La totalidad de las fuerzas políticas con representación en la Asamblea de Extremadura, junto a ciudadanos y representantes de la corporación local de Mérida, se concentraron ayer con motivo del 20 aniversario del asesinato del edil de Ermua Miguel Ángel Blanco. La concentración, dirigida también en recuerdo y memoria de todas las víctimas del terrorismo, ha respondido a una convocatoria de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

La presidenta de la Cámara legislativa extremeña, Blanca Martín, y el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, asistieron a este emotivo acto, al que se sumaron numerosos ciudadanos. Los portavoces de los grupos parlamentarios en la Asamblea, Valentín García (PSOE), Cristina Teneinte (PP), Victoria Domínguez (C’s) y Álvaro Jaén (Podemos), participaron en la concentración, en la que también estuvieron otros diputados autonómicos y ediles de los grupos municipales de Mérida.

«El asesinato de Miguel Ángel Blanco sirvió para unir a la sociedad española y las fuerzas políticas», manifestó Martín, quien recoró las manifestaciones que en aquellos días tuvieron lugar en todos los rincones de Extremadura y de España. El portavoz socialista, Valentín García, destacó la «labor» de la corporación y de todo el pueblo de Ermua (Vizcaya) porque «el espíritu de Ermua fue un espíritu que ha sobrevivido» estos 20 años. A juicio de Teniente (PP), el asesinato de Miguel Blanco supuso «el principio del fin» de la banda terrorista ETA, pues ese día «se rompió el silencio y el miedo, y eso fue definitivo».

Por su parte, Domínguez (C’s) destacó la importancia y vigencia de la figura de Miguel Ángel Blanco para la sociedad española, «un símbolo importante de unidad de los españoles frente al terrorismo y de una España que dijo basta ya al terrorismo». Para Álvaro Jaén (Podemos), el crimen de Miguel Ángel Blanco sirvió para enseñar a todos los españoles «que era absolutamente intolerable lo que estaban haciendo, que estaban totalmente fuera de contexto».