La población extremeña continúa envejeciendo. De acuerdo a los datos que ayer dio a conocer el INE, durante el 2013 la cifra de nacimientos volvió a caer por quinto año consecutivo en la comunidad autónoma, mientras que la de defunciones apenas si experimentó variación. Como consecuencia de ello, el crecimiento vegetativo --la diferencia entre nacimientos y óbitos-- siguió manteniendo un saldo negativo, tal y como ha venido sucediendo, también en este caso, a lo largo de todo el último lustro. En total, el pasado año en Extremadura se contabilizaron 8.886 nacimientos, cifra que supone una caída del 5,7% en comparación con el 2012, cuando fueron 9.423, y del 17,2% si se toman como referencia los 10.735 alumbramientos que se produjeron en el 2008, último año en el que este indicador tuvo una evolución al alza.

También las defunciones bajaron el año pasado en Extremadura respecto al 2012, pasando de 11.347 a 11.030 (-2,8%). Sin embargo, esta contención en los fallecimientos no fue suficiente como para impedir que la comunidad autónoma presentase el crecimiento vegetativo negativo más acentuado de toda la serie histórica, que se inicia en 1975, con 2.144 personas.

DATOS NACIONALES A nivel nacional los datos del INE también muestran que la población envejece y se reduce sin que se produzca el número de nacimientos necesarios para garantizar el relevo generacional y el sostenimiento del sistema. De esta forma, en el 2013 los nacimientos fueron 425.390, un 6,4% menos de los que hubo el año anterior, dando continuidad así a una tendencia negativa que se arrastra desde el 2009. Como causas de este descenso el INE apunta una menor fecundidad --el indicador de número de hijos por mujer disminuyó desde 1,32 en el 2012 a 1,26 en el 2013-- pero también una progresiva reducción del número de féminas en edad fértil y un aumento de la edad media a la que estas tienen su primer hijo. En cuanto a las defunciones, su número fue de 389.699 (-3,3% respecto al 2012).

Como consecuencia de ambos datos, el crecimiento vegetativo de la población española se redujo un 30,7% en el 2013 hasta situarse en 36.181 personas, el más bajo registrado desde al año 2000. La radiografía demográfica del país se completa con otros dos factores que acentúan los efectos de los anteriores: una tendencia a la baja en la inmigración y una mayor esperanza de vida, que el año pasado, con 82,8 años, estableció un nuevo máximo.

Extremadura es la cuarta comunidad con el crecimiento vegetativo negativo más alto --en total, son siete--, por detrás de Galicia (con 10.701 defunciones más que nacimientos), Castilla y León (con 9.603) y Asturias (con 6.051). Por contra, las regiones con un mejor comportamiento en esta variable fueron Madrid (con un saldo positivo de 22.977 personas), Andalucía (con 15.666), Cataluña (con 11.010), Murcia (con 6.007) y Comunidad Valenciana (con 3.680).