En este momento no hay previsión de que la región reciba a más menores inmigrantes. La primera ´partida´ llegó entre octubre y noviembre del año pasado, y el resto ha ´aterrizado´ hace pocos meses.

Todas las medidas que aplica la Consejería de Bienestar Social extremeña tienen en cuenta que "nunca se descarta la posibilidad de una reintegración familiar en caso de que se comprobara que las circunstancias familiares fueran de absoluta garantía".

Hasta este momento no ha habido ningún caso de este tipo, "pero se contempla", señala el director general de Infancia y Familia Javier Alonso de la Torre. La reintegración se produciría solo si se valorase que sería más beneficioso para el menor, "pero siempre que hubiese una garantía 100% de que se realizaría en condiciones óptimas teniendo en cuenta la situación social, política, familiar..."

"El sistema extremeño entiende que lo más positivo es la reintegración familiar", apuntó el responsable de las políticas regionales de Infancia y Familia.