La idea del Ayuntamiento de Olivenza de organizar una representación teatral de la Guerra de las Naranjas, por la que este municipio dejó de ser portugués para pertenecer a España en 1801, no ha caído del todo bien ni en esta localidad ni en el país vecino. Desde que el ayuntamiento hizo pública esta decisión han sido varias las voces que se han posicionado en contra al considerar que rememora un hecho doloroso para los vecinos portugueses que podría enturbiar las relaciones entre ambos países. El primero en criticar públicamente esta iniciativa fue el exalcalde de Olivenza y presidente de la agrupación local del PSOE, Ramón Rocha, quien recordó que este fue un hecho histórico "especialmente doloroso para los portugueses" y advirtió que "el contencioso aún sigue abierto porque todavía no está delimitada la frontera de Olivenza".

Bernardino Píriz interpretó estas críticas de Rocha como una "maniobra política" cuyo fin, según dijo, es boicotear una iniciativa "que va más allá de una representación teatral, porque se celebrará en el marco de una feria hispanolusa el 2 de junio con un mercado gastronómico en el que participarán ambos países".

Sin embargo, algunos municipios portugueses del entorno no solo no desean participar en esta actividad sino que han reclamado que no se celebre, porque les parece "una falta de respeto para todos los que pagaron con sus vidas este conflicto, que llevó a la destrucción del Puente Ajuda", como manifestó ayer el alcalde de Elvas, José Rondao Almeida.

Este cree que esa representación es "una ofensa al buen clima de paz y entendimiento que caracterizan las relaciones entre Olivenza y Elvas", así como que puede ser "un recordatorio peligroso de la comisión internacional de límites territoriales, que aún no ha resuelto la cuestión de Olivenza".

En este sentido, el alcalde de Elvas aseguró que esto "pone en peligro el bienestar de las personas y la cooperación transfronteriza entre los dos pueblos, en particular la relación entre los elvenses y los oliventinos".

Rondao recordó que "hay momentos en los que un alcalde debe reconocer que es mejor parar" y dejó claro que no tiene ningún problema en reunirse con Bernardino Píriz, al que le pidió que "olvide la idea de revivir los malos recuerdos de la Guerra de las Naranjas".

En esta misma línea se posicionaron ayer los alcaldes de las localidades lusas de Villaviciosa y Marvao, Luis Calderinha y Víctor Manuel Fructuoso, quienes rechazaron esta conmemoración.

"Tenemos muchas cosas que nos unen en las que podemos trabajar juntos, pero no en las que nos separan", señaló el de Villaviciosa, quien insistió en que "recordar una batalla es revivir un pasado en el que no nos entendíamos". Víctor Manuel Fructuoso también se mostró contrario a esta recreación teatral. "Hay que evitar situaciones que no estén bien resueltas, diplomáticamente no es correcto", añadió. En su opinión, lo mejor es "que se suspenda para que continúe el buen espíritu de colaboración entre nosotros". En este sentido, advirtió que "debemos un respeto a los gobiernos centrales de nuestros países".

Píriz tiene intención, según dijo, de reunirse con sus homólogos para informarles de esta actividad, con la que pretende "dar a conocer el pasado de Olivenza. Será parecido a Al Mossassa, en Badajoz, y también la dirigirá Isidro Leyva. No aparecen escenas de guerra".

Quien sí comprende a los vecinos portugueses es el investigador y conocedor de la historia de Olivenza y de Portugal Luis Alfonso Limpo, quien a título personal calificó de "error" esta representación teatral. "Era de esperar que molestase a los portugueses, porque es una herida aún abierta. Es como si los ingleses celebrasen la toma de Gibraltar", señaló Limpo, quien recordó que "los portugueses tienen una sensibilidad especial y aquella fue una derrota humillante".

La toma de Olivenza fue sólo un episodio de esta guerra, hubo otras localidades portuguesas afectadas, por eso este investigador cree que se debería haber hablado con los alcaldes de esos municipios.