Los investigadores Premio Europeo Carlos V-José Manuel Durao Barroso se sienten felices. Felices por haber sido seleccionados, por la calidad de las exposiciones y porque las ideas no dejan de fluir. Estos son sus testimonios, tomados ayer durante sus rigurosas sesiones de trabajo en la Fundación Academia Europea de Yuste. Entre ellos hay dos extremeños.

Eimys Ortíz es cubana aunque estudia su tesis en la universidad de Lleida. El seminario le está resultando muy fructífero porque las ideas fluyen sin parar.

José Manuel Moreno opina que "reunir a personas de diferentes nacionalidades y disciplinas es una oportunidad casi única, máxime en un contexto europeo".

Por su parte, Rodrigo Calvo Tornero califica la experiencia como "muy agradable y satisfactoria por el apoyo mutuo entre los compañeros".

"Seguramente una de las mejores experiencias de mi vida", dice la brasileña Kaiana Coralina do Monte Vilar al reunirnos personas con "el mismo nivel académico, intereses y ganas de conocer el mundo".

Renata Ribeiro dos Santos, César Rina Simón y Adrián Dios Vicente coinciden en que "la transversalidad de los temas" es lo más productivo porque aporta otras visiones de cuestiones comunes que solo se tocan tangencialmente en los trabajos. Marta García Gato y la alemana Katharina L. Meissner asienten cuando sus compañeros explican su experiencia en el seminario, y añade como factores clave la "humanidad y el buen ambiente".

Todos coinciden en una frase que les ha transmitido el director del seminario, Enrique Moradiellos: "Yuste no es un sitio, es un lugar".