El nuevo crédito al consumo continuó el año pasado con la tendencia alcista que ha venido experimentando en los últimos ejercicios. En Extremadura creció otro 12,3%, según los datos de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (Asnef), y ya acumula un aumento del 66% desde el 2013. En total, la financiación concedida por estos establecimientos en la comunidad autónoma durante el 2017 para la compra de coches, adquisición de otro tipo de bienes como electrodomésticos y para consumo en general, fue de 409,8 millones de euros. De esta forma, superó en más de un 13% al crédito hipotecario sobre vivienda otorgado en la región, que en ese mismo periodo fue de 361,2 millones de euros, con cifras del INE. Una situación que, además, lleva repitiéndose ya varios años.

Desde esta asociación se atribuye este incremento —que se prevé mantener durante el 2018— a la creación de empleo y a las subidas salariales, elementos ambos que ayudan a mejorar la capacidad de compra de las familias. Pero lo cierto es que las entidades financieras están apostando de forma generalizada por la financiación al consumo impulsadas en buena medida también por el hecho de que para ellas se trata actualmente de préstamos mucho más rentables que los hipotecarios. «Ahora las entidades financieras apenas si ofrecen depósitos para captar ahorros, pero sí créditos muy fáciles. Basta abrir la web de cualquier cuenta bancaria de un particular, que lo primero que te aparece es un aviso diciéndote que tienes preconcedido ‘x’ dinero. Incluso en los cajeros», explica Carlos Arjona, experto en consumo financiero.

DATOS ESTATALES / A nivel nacional, la financiación al consumo supuso en el 2017 casi 31.026 millones de euros, lo que ronda un 15% de incremento respecto al año anterior, conforme a los datos de Asnef, una patronal que agrupa a las entidades más importantes del sector en España, entre ellas financieras de firmas de automóviles y grandes superficies, filiales de bancos o compañías especializadas en este segmento. De ellos, 11.520 millones correspondieron al sector de automoción, que aumentó en un 16,8% el volumen de la nueva financiación «Si te compras un coche en estos momentos, no te ofrecen ninguna ventaja por pagarlo al contado, lo que buscan es que lo hagas mediante algún crédito al consumo por las comisiones que ellos tienen y los tipos de interés que aplican», precisa Arjona.

En su último ‘Informe de estabilidad financiera’, publicado hace unas semanas, el Banco de España avisa de los riesgos que puede entrañar un excesivo crecimiento del crédito al consumo, «un segmento de negocio que suele tener una morosidad relativamente elevada y en el que las garantías juegan un papel menor». En opinión del supervisor, «dado el entorno de bajos tipos de interés en el que se desarrolla el negocio bancario, podría ocurrir que las entidades estuvieran buscando oportunidades de obtener rentabilidades mayores a costa de incurrir en mayores riesgos, por lo que la evolución de este tipo de crédito y su morosidad habrá que seguirlas con atención en los próximos trimestres».

En esta línea, Carlos Arjona apunta que las facilidades que se están dando en este tipo de productos «están siendo excesivas. Y ya no solo estamos hablando de las entidades que tradicionalmente ofrecían estos créditos al consumo, lo están haciendo todas. Casi sin justificación ninguna, te ‘sueltan’ el dinero». A su juicio, la posibilidad que existe de solventar todos los trámites a través de internet también está contribuyendo a su auge.

En su informe, el Banco de España incide en que desde mediados del 2015 España ha presentado tasas de crecimiento del crédito al consumo por encima de la media de la zona euro y que a partir del ecuador de 2016 se situó a la cabeza de estas economías, con tasas de crecimiento que sobrepasan el 10%, mientras que en el resto de países han oscilado entre el 5 % y el 10%. No obstante, se matiza, esta tendencia de los últimos años en España puede explicarse también «al menos en parte» por unos inferiores niveles de partida, una vez que entre 2011 y 2012 se experimentó una contracción en esta clase de financiación de entre el 8% y el 12%, mientras que en el conjunto de la zona euro fue de apenas el 2%. Ahora, la mejora en la actividad económica y en la tasa de empleo permitiría materializar algunas «decisiones de consumo embalsadas y pospuestas a consecuencia de la crisis».

Del total de la financiación al consumo contabilizada en España en el 2017, más de un tercio, 10.578,2 millones de euros, fue ‘revolving’. Se trata de una línea de crédito con un límite establecido de la que el cliente puede disponer durante un tiempo determinado. La práctica totalidad de este importe (9.988,6 millones de euros) era mediante tarjeta. «Es un crédito muy peligroso, porque te deja la puerta abierta a seguir disponiendo de él», recalca Arjona, quien incide en que, desde el primer momento, el consumidor tiene que planificar la devolución del dinero prestado, «porque no lo puedes dejar ahí permanente, para que te sigan cobrando intereses y más intereses». «Se está volviendo a fomentar el sobreendeudamiento, comprar con dinero que no es propio. El problema es que la gente ha perdido el miedo que había con la crisis», apostilla este experto.