Extremadura ha pasado en pocos días de tener que sofocar las altas temperaturas a luchar contras las fuertes tormentas y las precipitaciones de granizo que ayer afectaron a varias comarcas. Más de una veintena de municipios se vieron afectados por una tromba de agua y granizo mientras que el servicio de emergencias 112 registró unas 660 llamadas en poco más de tres horas. Entre los pueblos afectados están Arroyo de la Luz, Valdescasa del Tajo, Talayuela, Rosalejo, Quintana de la Serena, Talarrubias, Castuera, Ibahernando, Trujillo, Valverde de la Vera, Guadalupe, Casar de Cáceres, Villanueva de la Vera, Mérida, Vivares, Salvatierra de Santiago, La Cumbre, Plasenzuela, Villamesías y Salorino. Muchos de ellos soportaron, además de las inundaciones en viviendas y garajes, cortes en el suministro eléctrico y telefónico, voladura de tejas, caída de árboles y, en lugares determinados, los rayos provocaron incendios en algunos árboles.

Arroyo de la Luz soportó una tromba de agua de casi una hora que inundó gran parte de las viviendas, además de ocasionar cuantiosos desperfectos en las casas. Un par de dotaciones de bomberos tuvieron que trasladarse desde Cáceres hasta este municipio. Uno de los propietarios de un negocio familiar, Embutidos Robledo, aseguraba ayer que los 200 metros que ocupa su secadero había quedado completamente inundado y cifra las pérdidas en unos 120.000 euros (20 millones de pesetas). Y este es sólo un ejemplo de los destrozos que la granizada ocasionó.

En Castuera la tormenta se prolongó durante media hora provocando también inundaciones, aunque en esta ocasión no hubo que lamentar daños materiales. La peor parte se la llevó una pareja de ancianos que tuvo que ser evacuada a la residencia de mayores tras inundarse su casa.

CORTES DE CUATRO HORAS

La tormenta también llegó a otras localidades pacenses como Talarrubias, Puebla de Alcócer y Esparragosa de Lares, que se quedaron sin suministro eléctrico a las 17.00 horas y a las nueve de la noche todavía no había llegado. Pero una de las poblaciones más afectadas en esta zona fue Talarrubias. Aquí el viento arrancó árboles y arrastró tejas. Curiosamente, no hubo inundaciones.

En Puebla de Alcocer, el viento derribó los cables del tendido eléctrico, obligando a los agentes a cortarlas al tráfico.

En Trujillo, los vecinos de las barriadas de la zona de Gabriel y Galán y la avenida de Monfragüe fueron los más castigados por las lluvias que se registraron sobre las siete de la tarde. Algunas cocheras quedaron totalmente inundadas por encontrarse en lugares donde los tragantes de agua acabaron inutilizados. El tráfico quedó cortado en la avenida María Cristina porque, en algunos tramos, el agua cubrió por completo la carretera.