Las organizaciones agrarias tienden la mano a CCOO y piden una reunión entre todas las partes para desbloquear la negociación del convenio del campo, que afecta a 80.000 agricultores y ganaderos. Sin embargo, para que esa propuesta prospere, los representantes de los agricultores y ganaderos ponen como condición que el secretario regional de CCOO, Julián Carretero, se retracte de unas declaraciones en las que aseguró que las ayudas económicas que llegan de Europa deben ir al desarrollo rural y no a subvención de cultivos, y que las ayudas directas a la renta de los trabajadores no sean exclusivamente para enriquecer al individuo.

El secretario regional de UPA-UCE, Ignacio Huertas, reiteró que "se debe hacer un esfuerzo en aras del diálogo con el fin de poner por delante los intereses de los agricultores y ganaderos afectados".

De la misma opinión es Juan Moreno, secretario de Coag, que insistió en la rectificación de Carretero, porque "estamos en contra de que un solo céntimo de la PAC pase a desarrollo rural".

Más crítico es Asaja, cuyo presidente, Angel García Blanco, dijo que las manifestaciones del líder de CCOO "abre la veda y da derecho a que la patronal pueda averiguar temas internos del sindicato", tales como "qué perciben o de dónde vienen sus ingresos". Además, instó a los afiliados al sector agrario de CCOO a que abandonen ese sindicato, porque "quien dice representarlos, quiere expulsarlos".

Sin embargo, desde CCOO declinaron ayer pronunciarse al respecto, y se remiten a las palabras del pasado día 14, en las que Carretero apeló a la "responsabilidad" de las partes.