El historiador y profesor de la Universidad Complutense de Madrid José Ramón Pérez-Accino asegura que el cristianismo tiene por delante el desafío de ser operativo en el día a día de las personas porque, de no ser así, desaparecerá como otras muchas religiones. En una entrevista con Efe, Pérez Accino (Madrid, 1961), que estos días participa en Mérida en un curso sobre mitología, organizado por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), afirma que la religión cristiana tiene «serios desafíos» a los que debe responder, porque la vida de los humanos ha cambiado a gran velocidad. El profesor explica que, a lo largo de la historia, las religiones nacen y mueren, y las que perviven lo hacen «porque son tremendamente eficaces en proporcionar respuestas a sus fieles o porque se adaptan».

En el curso en el que participa pone en evidencia los orígenes de algunos de los aspectos del cristianismo en la religión del antiguo Egipto. Cuando surgió el cristianismo, la egipcia ya era una religión «tremendamente influyente y prestigiosa» y, por ello, «no es sorprendente que muchos de los aspectos que la sociedad cristiana conoce y da por sentados hundan sus raíces en las tradiciones del antiguo Egipto». En parte, la egipcia es «lo contrario al cristianismo», pero sin embargo, al indagar en ella, se evidencia que son «padre e hijo».

Entre los conceptos comunes en ambas religiones, Pérez-Accino destaca dos que califica de «muy curiosos»: la salvación y la eucaristía, y recuerda que la ingesta de la divinidad en forma de pan es algo que «ya existía en la religión egipcia». Asimismo, la salvación en el mundo egipcio se produce por parte de Horus, el hijo de un padre muerto tras experimentar una pasión, que es Osiris

La forma en la que la madre, Isis, se queda embarazada y como da a luz, e incluso su representación son «muy parecidas» a la de la Virgen María. El cristianismo es «el único gran heredero» de la religión egipcia, porque Egipto, a través del cristianismo copto, fue el primer país en el que se extiende la religión cristiana y, de ahí, que la religión egipcia vertiera parte de su legado.