Los más de 12.700 inmigrantes con permiso de residencia en Extremadura envían a sus lugares de origen entre 6 y 7 millones de euros, principalmente mediante vía transferencia, por lo que los principales bancos españoles quieren captar este potencial mercado creando tarjetas más rápidas y seguras para hacer estas operaciones.

Según un estudio reciente del BBVA, cada inmigrante envía a sus casas entre 500 y 600 euros anuales, un hecho que quiere aprovechar ésta entidad bancaria, que acaba de lanzar un servicio denominado Dinero Express , inicialmente a disposición de los inmigrantes latinoamericanos --unos 1.200 en Extremadura-- y que a partir de enero se extenderá a las personas procedentes de Marruecos, el colectivo inmigrante más numeroso en la región, con cerca de 7.000 censados.

Según datos del Banco de España, el pasado año las remesas de dinero transferidas por los trabajadores inmigrantes ascendieron a 2.019 millones de euros; y en los siete primeros meses de este año se han enviado 1.306 millones, un 20% más que en el mismo período del año 2001.

Esto supone un negocio al que no quieren renunciar ni el Banco Santander Central Hispano, ni el BBVA, ni Caja Madrid, que cuentan con el precedente de la labor realizada por el Banco Popular con este colectivo desde hace diez años en España. Por ello, las entidades bancarias han creado un sistema que gana adeptos en España y también en Extremadura: mandar a los familiares una tarjeta asociada a la cuenta del inmigrante que trabaja en la región.

Por hacer estas operaciones, los bancos cobran comisiones que casi nunca llegan al 1%, con un mínimo que ronda los 10 euros. El SCH no hace distinciones entre transferencias a una cuenta propia o de otra entidad y cobra un 0,5%, a partir de 9 euros; mientras Caja Madrid, que cobra un euro en transferencias dentro del territorio nacional, carga un 0,45% en las que son dirigidas al exterior, con un mínimo de 6,01 euros.