Las irregularidades en el proceso de escolarización afectaron el pasado curso a numerosos centros de la región. Almendralejo, Badajoz, Cáceres... fueron varios los municipios en los que se detectaron anomalías. Pero la peor parte se la llevó Badajoz. Allí, la Dirección Provincial de Educación se vio obligada a invalidar las listas de Infantil y primero de Primaria de hasta seis colegios.

Llegado el mes de julio, los directores de los colegios pacenses Salesianos, Maristas, Josefinas, Santa Teresa, Virgen de Guadalupe y Compañía de María tuvieron que elaborar nuevas listas de alumnos admitidos en Infantil y en primero de Primaria, tras haberse detectado importantes irregularidades en el proceso de escolarización. El cambio afectó a 1.250 alumnos que iban a matricularse en estos seis centros, algunos de los cuales tuvieron que marcharse a otros colegios distintos al que habían elegido sus padres.

Los centros citados habían concertado ese curso sus unidades de Infantil, de 3, 4 y 5 años, tras la negociación mantenida con la Junta de Extremadura, por lo que la escolarización de alumnos se regía, a partir de entonces, por la normativa estatal, al igual que en los centros públicos.

Pero el proceso suscitó el malestar de algunos padres que presentaron reclamaciones y un recurso de alzada ante Educación. Comenzó así una caza de brujas en la que los padres se denunciaban unos a otros. La Dirección Provincial recibió más de medio centenar de reclamaciones y la Comisión de Escolarización tuvo que atender más de 80 visitas con quejas y denuncias sobre los procesos de escolarización.

Aquella situación provocó que la Dirección Provincial de Educación analizara una a una las denuncias y descubriera un completo listado de anomalías. Hasta 251 irregularidades se detectaron. Las más numerosas se referían al empadronamiento de los niños, seguidas de los certificados médicos, el número de hermanos matriculados en el centro, falsas alegaciones de discapacidad de familiares para conseguir puntos o irregularidades relacionadas con la presentación de instancias en varios centros, cuando sólo se podía hacer en uno. En algunos casos se encontraron varias anomalías sobre un mismo alumno, al presentarse hasta tres documentos que no se correspondían con lo que la norma exigía.

El fraude fue importante en todos los centros concertados, pero hubo algunos en los que las anomalías detectadas se dispararon, como en el caso de los Salesianos, donde Educación detectó más de 55 solicitudes mal baremadas.

De esta forma, Educación se vio obligada a pedir a los centros que reordenaran las listas una vez corregidas las irregularidades, las expusieran y dieran a los padres un plazo de alegaciones. El objetivo para este curso es que esta situación no se repita en ningún centro extremeño.