Transparencia en los precios. Esto es lo que reclaman al Gobierno las asociaciones de agricultores y de amas de casa para evitar las elevadas diferencias que existen entre lo que pagan los consumidores por los productos y lo que perciben los productores. Según el Indice de Precios de Origen y Destino (IPOD), correspondiente al mes de julio, realizado sobre 25 productos básicos como la verdura, las carnes, los huevos o las legumbres, los ciudadanos compran en el mercado casi cinco veces más caros los alimentos que la compensación que reciben los agricultores que los han producido en el campo.

El secretario general de COAG Extremadura, Juan Moreno, acompañado por la responsable regional de la Confederación Española de Amas de Casa (CEACCU), Ana Hermoso, presentaron ayer en Badajoz unos datos que en casos como el calabacín blanco el precio de origen se multiplica en más de diez veces cuando llega al consumidor. Es decir, que mientras que el agricultor cobra por un kilo de calabacines 15 céntimos de euros, en el mercado tiene un precio de 1,59 euros. Aunque la media del IPOD de los productos agrícolas analizados es del 4,79, y del 3,24 para los ganaderos, hay otras variedades como la berenjena o el calabacín negro que se multiplican casi en nueve veces. El pepino (6,46), las ciruelas (5,78) o los plátanos (5,42), son otros de los productos cuya diferencia sobrepasa la media.

En el lado contrario, el de los productos con menor margen comercial, se encuentran los garbanzos, con una, el aceite extra virgen y los huevos, con precios que no llegan a duplicarse cuando llegan al mercado.

El dirigente agrario acusó directamente de esta situación a las grandes cadenas de distribución, en cuyas manos se encuentra la mayor parte del mercado. Para evitar este "dominio", Juan Moreno reclamó al Gobierno español que establezca un mecanismo que aporte "transparencia" al sistema de distribución de los productos agroganaderos para que el control sobre el mercado no quede reducido a unas pocas manos, y para que al mismo tiempo se puedan fijar los precios de la mayor parte de la producción.

En esta línea, su organización ya ha presentado a grupos parlamentarios como IU y CIU, y a partir de septiembre espera hacerlo con el resto, una iniciativa a través de la cual se plantean una serie de reclamaciones y soluciones que pongan fin a esta tendencia.

Desde la Unión de Consumidores de Extremadura, su presidente, Javier Rubio, ya señaló días atrás que que los márgenes entre los precios que ponen los agricultores y los del mercado varían entre un 200 y un 800%, con lo que los consumidores están pagando unos precios "abusivos". "Queremos es terminar con esta falta de transparencia en el mercado y con esta creciente especulación y tensiones inflacionistas", dijo.

LEY DE MARGENES Por su parte, la organización agraria UPA-UCE ha solicitado la creación de una ley urgente de márgenes comerciales que garantice a los agricultores los costes de producción. Su secretario regional, Ignacio Huertas, justificó la necesidad de esta nueva norma debido al incremento en los costes de producción, por la subida del precio del gasóleo, los fertilizantes y la energía eléctrica, y el desequilibrio entre el precio que se paga al agricultor y el que se paga en el mercado.

Mediante esta ley las organizaciones agrarias y el resto de eslabones de la cadena de comercialización deberán declarar cuáles son sus costes de producción y así "llegar un precio justo" para los productos.