La firma británica International Power fue la primera en presentar un proyecto para construir una central de ciclo combinado en Mérida y lo hizo en enero del 2003. Posteriormente, en un año y medio se han sumado Iberdrola, ELG e Hidrocantábrico, y está pendiente de concretarse la iniciativa de Sevillana Endesa.

Tras estudiar posibles ubicaciones por todo el país, todas las empresas se han decantado por la comarca de Mérida. La disponibilidad de agua --por el embalse de Alange--, la cercanía a un gasoducto, la disponibilidad de terrenos y las infraestructuras eléctricas de la zona han resultado decisivas en este sentido.