Cada día que pasa estoy más seguro de la necedad política del tándem Montoro-Rajoy . Tampoco me inspiran mucha confianza los asesores que pululan en la sombra de Moncloa. Acordado para la posteridad el acuerdo para el nuevo sistema de financiación autonómica, a una semana vista de la a priori trascendental reunión entre Mariano y Mas , llegan los expertos económicos para ofrecer a todos los españoles cuánto aporta cada comunidad al Estado y cuánto devuelve el Estado a su región para que unos se sientan satisfechos con su aportación si son solidarios, otros se sientan renegados si creen que merecen más de lo que reciben y otros, como podría ser el caso de los extremeños, nos sintamos avergonzados ante el resto de españoles por recibir más de lo que aportamos al reparto de la tarta.

Aunque a decir verdad y rebuscando en los intestinos de los bolsillos, pocos en esta semana se han debido sentir orgullosos por vivir en una comunidad que podría disponer de más, de no ser por las regiones más pobres que necesitan de los recursos de otras más productivas. Sólo los 100% patriotas podrían participar de este sentimiento españolista. Y es que los tiempos en España no favorecen para nada la unión en torno a un proyecto común como país. Parece mentira que quién esté ahora mismo en el gobierno sea el Partido Popular que por un lado lleva a cabo con nocturnidad una recentralización de las competencias y capacidades del Estado y por otro prende la llama para enfrentar a ciudadanos de un mismo territorio nacional.

Sucede con el postergamiento del diálogo sobre las particularidades nacionalistas permitidas por ellos mismos desde Madrid para sostenerse en el poder en momentos determinados y ha sucedido, como último capítulo, con la presentación de las nuevas balanzas fiscales remasterizadas como las "Cuentas Públicas Territorializadas".

Y como su propio nombre indica, un asunto tan espinoso como este provoca obligatoriamente, a poco que uno sienta los colores, la regionalización de sus intereses. De hecho, por una vez en mucho tiempo, los cuatro partidos con representación en la Asamblea se han puesto de acuerdo en posicionarse frente a estas cifras que si bien pudieran evidenciar una realidad objetiva como que las regiones más pobres necesitan la ayuda de las más ricas, pone de manifiesto que no existe ningún plan ni ninguna hoja de ruta para equilibrar los distintos territorios en pro de una mayor igualdad de oportunidades. Incluso parece que el plan va justo en la dirección contraria.

XCUALQUIERx decisión pasa por cortar las alas a las regiones tradicionalmente menos avanzadas. De hecho, desde el año 2005 al 2011, Extremadura ha sido la segunda comunidad que mayor peso ha perdido en la financiación autonómica. De 3.445 a 2.991 millones pasamos con el gobierno de Zapatero , sin contar entre otras cosas el olvido en la inversión en el AVE por ejemplo. ¿Cómo será posible entonces la convergencia económica de Extremadura con el actual 75% de la Unión Europea? ¿Hay pues algún motivo para sentirnos avergonzados? No, señor Montoro.

Decía el president de la Generalitat, Artur Mas, en unas declaraciones del año 2002 rescatadas estos días que apostaba por un Estado plurinacional con cuatro naciones: Castilla, con toda su área de influencia, Galicia, País Vasco y Cataluña. Una propuesta que ya manejan algunos partidos con matices de forma pero con el mismo fondo. Federalizar el estado autonómico ya federalizado con la excusa de nacionalizar y exclusivizar los intereses de País Vasco y Cataluña. Italia ya eliminó 107 provincias y Francia pasará de tener 22 a 14 regiones. Siempre con el criterio de reducción del gasto como máximo exponente de la justificación.

Ya está en marcha la maquinaria de concienciación para acallar cualquier tipo de regionalismo reivindicativo futuro. Todas las razones que ahora se expongan de manera unilateral, bajo el título de informe y la supervisión de expertos, serán próximas batallas ganadas ante la opinión pública que abrirán el camino a la figura del gestor que mira por la viabilidad de un país que tarde o temprano acabará cediendo ante la presión del nacinonalismo. Ley económica es que para que unos sean más, otros serán menos. Por ahora y aunque el informe enseña sus vergüenzas con el segundo mayor déficit, nacionalismo 1-resto de España 0.

Aún así y como dice el renombrado Artur Mas, para un problema político debe darse una solución política. Puede parecer extraña, incluso ilusa para muchos, pero cada vez que el territorio de la actual Extremadura ha llegado hasta Lisboa sin pasar por ninguna frontera, esta región ha vivido épocas de prosperidad económica y social.

XLLEGAx una nueva corriente desde Portugal llamada la Comunidad Ibérica. La apuesta por una alianza entre España y Portugal es el salto cualitativo y cuantitativo que llevaría a la Península Ibérica a un empuje del sur de Europa y a convertirse en un punto estratégico entre América, Africa y Europa y no menos importante, frente a Alemania. La historia ha demostrado que juntos somos más fuertes y más inteligentes. Y a Extremadura la Comunidad Ibérica le interesa mucho, no sólo por su viabilidad y progreso, sino también por su propia supervivencia.