La contaminación del agua por arsénico detectada en La Guarda no es aislada. Así lo demuestran, por ejemplo, las noticias que ayer aparecían en la prensa leonesa acerca de los pueblos del arsénico . El Diario de León recogía la petición de los vecinos y alcaldes de la zona de la Maragatería, afectada por la contaminación de arsénico en sus acuíferos, para que se resuelvan sus problemas de abastecimiento. Desde hace casi cuatro meses, municipios de esta provincia tienen prohibido consumir agua del grifo, siendo abastecidos de garrafas para consumo y de camiones cisterna para aseo y limpieza de la casa.

Igualmente, El Diario de Avila informaba hace unos días de que "más de 4.500 morañegos --de la comarca de La Moraña-- son abastecidos con agua embotellada", en alusión al problema que tienen desde hace años varios pueblos con acuíferos están contaminados por arsénico y nitratos.

El problema no es nuevo, además. La Junta de Castilla y León se tuvo que gastar 38 millones de euros en el abastecimiento de agua, por la contaminación de los acuíferos por arsénico, en 44 municipios de Avila, Segovia y Valladolid en el 2002.

Pero mucho más dramáticos son casos como el de Bangladesh, donde la excavación de acuíferos promovida por oenegés en los años 60 para proporcionar agua a la población derivó en el envenenamiento masivo por arsénico.

Y es que la contaminación de los subterráneos por este elemento es relativamente común, según confirma Eduardo Pinilla, profesor de Química Analítica de la Uex. Sin embargo, advierte que buscar una explicación a lo ocurrido en La Guarda requiere una investigación muy rigurosa, "ya que puede deberse a diversos motivos, desde las razones geológicas a la actividad agraria o industrial".

En cuanto a los riesgos para la salud del arsénico, indica que van desde afecciones cutáneas a problemas renales. No obstante, hay que tener en cuenta que el arsénico solo es peligroso si se ingiere en elevadas concentraciones de forma prolongada.