Dos procesiones protagonizan esta noche el Martes Santo en Badajoz, que se inician en ambas orillas. Doscientos cirios encendidos en mano de los nazarenos y las velas de los pasos del Cristo de la Angustia y María Santísima de la Misericordia serán puntos de luz temblorosos al atravesar el Guadiana desde San Fernando por el puente de Palmas, cuya iluminación se apagará para la ocasión. Al llegar a la puerta de Palmas se celebrará el Sermón de las Siete Palabras, a cargo de Juan Pablo Parejo, que estuvo de vicario parroquial en San Fernando y ahora es párroco de Sagrajas.

Y en Badajoz intramuros saldrá de las Descalzas la procesión del silencio del Cristo de la Espina y la Virgen de la Amargura, que volverán a detenerse en la catedral, donde cantará el grupo Voces Corales de Badajoz. Este año, según cuenta la hermana mayor, María Jesús Mediero, la banda de música del Maestro Gabi ha querido despedirse de estos pasos, y lo hará en las escaleras de la catedral que dan a la calle San Blas. Para María Jesús Mediero, el momento más sobrecogedor será el de la salida. Las obras de la iglesia hacían temer este año que la procesión pudiera salir de aquí, pero finalmente las monjas aceptaron parar los trabajos, porque no había otro templo con suficiente holgura.

Puntuales salieron anoche de la iglesia de Concepción la Virgen de los Dolores y el paso de la Oración en el Huerto, ante la mirada sobrecogida de los devotos que se agolpaban en la calle San Juan.