Extremadura fue el año pasado la región más maltratada económicamente por Renfe, que sólo se gastó 22 de cada 100 euros presupuestados para la comunidad autónoma. Tanto es así que de ser la undécima región con más inversiones previstas pasó a final de año a caer hasta el puesto número 13 en volumen de proyectos ejecutados, según reconoce el propio Gobierno central en una respuesta parlamentaria remitida al Congreso de los Diputados.

Y es que la compañía ferroviaria invirtió en el 2002 únicamente 2,3 millones de euros de los más de 10 millones que se incluían en los Presupuestos Generales del Estado, lo que supone una ejecución de en torno al 22%. Aunque Extremadura es la región española más afectada por esta situación, no es la única. De hecho, en Murcia la empresa pública ejecutó el 46% del presupuesto, en Cantabria el 55% y en Galicia el 74%.

FUERTE CONTRASTE

Esta situación contrasta con la de otras seis comunidades en las que la inversión final de Renfe acabó superando ampliamente las previsiones iniciales. Los casos más llamativos son los de dos territorios gobernados por el Partido Popular, concretamente la Comunidad Valenciana, donde Renfe se gastó un 26% más de lo presupuestado, y Castilla y León, con un superávit del 15%.

A la hora de hacer un balance global, Renfe se gastó el año pasado 339,6 millones de euros de los 347,61 millones que tenía asignados a las diferentes comunidades autónomas. Las mayores partidas fueron destinadas, por este orden, a Castilla y León, Madrid, Galicia, Andalucía Y Cataluña, mientras que en el extremo contrario se situaron La Rioja y Extremadura, únicas regiones en las que la compañía ejecutó obras por valor de menos de tres millones de euros.

Se trata de un hecho que resulta llamativo si se tiene en cuenta que el Ministerio de Fomento y la Junta están negociando un convenio para realizar fuertes inversiones en la red ferroviaria. Uno de los impedimentos, según han explicado en varias ocasiones desde la Junta, es la falta de compromiso de Renfe, puesto que el Gobierno regional asegura que antes de alcanzar ese acuerdo la empresa debe acometer una sensible mejora de las infraestructuras.