La importancia del viñedo en la agricultura extremeña, y por tanto en la economía regional, queda de manifiesto si se atiende a unas pocas cifras: el cultivo de uva para vino y su transformación genera casi cien millones de euros anuales (ayudas al margen), lo que convierte a este sector en el más fuerte de la región en cuanto a valor de la producción junto con el olivar, por delante del tomate para transformado (80 millones) o el maiz (86 millones).

De este sector dependen 10.000 productores extremeños y las industrias vitivinícolas dan empleo a un millar de personas, además de generar 20.000 empleos indirectos y millón y medio de jornales por campaña. La región cuenta con unas 90.000 hectáreas de viñedo, solo 250 dedicadas a uva de mesa.