Jorge Sena Argüelles, que ayer dejó su cargo como fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) para desempeñar el de fiscal jefe del Tribunal de Cuentas, afirmó que nunca se ha sentido "presionado ni coaccionado" por la sociedad ni por sus superiores, y que se va sin dejar un sólo papel sin despachar.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer su designación como fiscal de primera categoría, es decir, como fiscal de sala, y su destino como fiscal jefe del Tribunal de Cuentas, formando parte, por lo tanto, de la cúpula de la carrera fiscal. Sena, en una entrevista con Efe, manifestó su satisfacción no sólo por haber sido promovido al nuevo cargo sino porque esta decisión se ha adoptado por unanimidad.

En 1989, cuando los tribunales superiores de Justicia sustituyeron a las audiencias territoriales, fue designado fiscal jefe del TSJEx, donde ha permanecido 15 años. "Siempre me he considerado un extremeño converso porque he pasado en Extremadura 31 de mis 40 años de carrera y, además, no tengo raíces en otro sitio", añadió, por lo que tiene previsto volver "a menudo".

Subrayó que el tiempo que esté fuera de Cáceres va a echar de menos la ciudad. "No sólo por el tiempo que he estado aquí, sino también por la calidad de vida que he tenido y la cantidad de afectos que me han dado en estos 15 años compañeros, amigos y medios de comunicación".

De su trayectoria como fiscal jefe del TSJEx recuerda como casos algo complejos el denominado "crimen de Puerto Hurraco" y el también famoso "asesinato del candelabro".