TSteñor Ferrán, le escribo esta amable carta con el único propósito de rebatir la cantidad de barbaridades que están lanzando ustedes últimamente desde el puesto privilegiado que ocupa, cuando habla de aportar soluciones a la tan traída y llevada crisis económica. Yo creo que usted, señor Ferrán, tiene un grave problema, a la hora de plantear soluciones para salir de la crisis siempre se queda corto. Seguramente se debe a su angelical timidez y a su evidente hipersensibilidad social, pero yo le aconsejaría que se dejara de remilgos y dijera de una vez por todas lo que guarda en su brillante cerebro.

Usted ha planteado reiteradamente congelar las pensiones y los salarios, pero yo pienso que no se ha atrevido a decir que en realidad lo que debe hacerse es suprimir drásticamente las pensiones y los salarios. Todos los males de la economía nacional vienen de esa absurda manía de pagar sueldos a los trabajadores y pensiones a los jubilados, por no mencionar el espinoso asunto de la Sanidad, porque seguramente que usted pensará que únicamente a una mente estúpida se le puede ocurrir que también los que no pueden pagarla tienen derecho a la asistencia sanitaria. La economía estatal se hunde cada vez más y usted cree que es porque incurre en el vicio de la beneficencia, por empeñarse en alimentar, vestir y curar a esa ingente turba de vagos que se dedican a perturbar la acumulación masiva de ganancias que encima ni siquiera tienen el talento de hacerse ricos.

¿Cuánta nostalgia ha de sentir usted de los dulces tiempos del Manchester del siglo XIX, de los líricos niños harapientos de Dickens, de las 18 horas felices e inolvidables que los obreros pasaban en la forja a cambio de un par de chelines?

Hasta los del Partido Popular se han escandalizado precavidamente tras escuchar sus palabras; ya que los asalariados y los pensionistas son mayoría y ya se sabe que en las elecciones cuentan muy mucho. Incluso algunos empresarios se han apresurado a manifestar que ellos no son ogros. Tal vez no lo sean. Pero el señor Ferrán, su presidente, sí lo parece. Lo parece tanto que poco a poco se va quedando solo, al igual que les ocurría a los ogros de los cuentos. Por otro lado no hay que olvidar que el señor Ferrán y su socio Gonzalo Pascual son dueños de viajes Marsans y se dieron ambos un gran dividendo en año de crisis percibiendo 5,7 millones de euros con cargo a los resultados del ejercicio 2007-2008 en este caso el señor Ferrán no recordó para nada la susodicha congelación y hablamos de beneficios, que es infinitamente menos dramática la situación que congelar salarios. Sin embargo, al margen de sus beneficios, prescindió sin ningún tipo de remordimiento de 88 de sus trabajadores el año pasado, por eso no me extraña que vea natural que se indemnice con 11 millones de euros a un alto ejecutivo por el trabajo realizado durante dos años, es decir, el sueldo medio español de unos 500 empleados. Por cierto, mi padre, recientemente fallecido, trabajó y cotizó durante toda su vida y saben cuánto le queda a mi santa madre al mes? 500 euros, como a tantas y tantas viudas de este país. Así que por favor, señor Ferrán, cuando se dirija a los asalariados, lo haga con sentido común y con equidad y no proponga rebajar los salarios un 1% ya que llevan bastante tiempo siendo moderados y se calle ante los grandes beneficios empresariales, entre ellos el suyo. Compadezco a los trabajadores que salieron del Cuevas , para meterse en otra cueva, pero esta vez en la del Aladino del gran capital.