Aunque ahora trabaja en una residencia de ancianos y de forma temporal, con un contrato de sustitución de dos meses, Noelia es consciente de la situación de crisis que pasa España y de que le será difícil encontrar algo cuando acabe. "No tengo estudios, ni el graduado escolar" reconoce, y sabe que eso es "un inconveniente bastante grande para encontrar trabajo". Asegura que cuando finalice su sustitución, enviará currículos a todas las empresas en las que pueda tener "una esperanza de ser elegida", ya que su situación es grave: tiene un trabajo y un sueldo temporal del que dependen más personas en su casa, ya que sus padres tampoco trabajan.