El proyecto de Cirugía Segura del Servicio Extremeño de Salud (SES) tiene como principal objetivo evitar los efectos adversos de la actividad quirúrgica, que según diversos estudios afectan a uno de cada diez pacientes. La directora general de Salud Pública del SES, Pilar Guijarro, presentó las líneas generales del proyecto junto a la coordinadora regional de Seguridad del Paciente, Ana Belén Pérez, y el equipo directivo del Área de Salud, ante la práctica totalidad de los profesionales del Bloque Quirúrgico del Hospital de Don Benito-Villanueva.

El contenido de la estrategia de Cirugía Segura fue presentado en dos ponencias a cargo de los coordinadores de Calidad y Bloque Quirúrgico del Área, Guadalupe Pérez y Alejandro Bolaños respectivamente, que describieron la situación de partida y los objetivos definidos en el proyecto, según informó ayer la Junta de Extremadura en un comunicado.

El epicentro de este programa es el paciente con indicación de cirugía en su recorrido por los diferentes momentos de la asistencia, desde antes de entrar en quirófano, antes de la inducción anestésica, previa a la incisión quirúrgica, y tras finalizar la cirugía. Los ponentes señalaron que la evidencia científica ha demostrado que las acciones concretas y protocolizadas en cada paso de la cirugía, como el marcado del sitio quirúrgico, la profilaxis antibiótica, la seguridad de la anestesia, el uso seguro de medicación o la profilaxis de tromboembolismo venoso, sirven para minimizar los efectos adversos que afectan a uno de cada diez pacientes, en ocasiones causando muerte o discapacidad.

Además, el valor añadido que aporta la estrategia al buen hacer quirúrgico de los profesionales es la creación de equipos de alto rendimiento con una definición precisa y coordinada de sus funciones, con herramientas de verificación, como los listados de comprobación de tareas, y con formación en cultura de seguridad. La observación y comprobación de las acciones realizadas facilita la detección de incidentes o errores, con un aprendizaje y una mejora continua a través de su información y corrección.

Desde el año 2004, la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de la Alianza Mundial para la seguridad del paciente, viene promoviendo políticas y prácticas sanitarias seguras en diferentes ámbitos de riesgo de la atención sanitaria, entre los que está la cirugía, para garantizar que sea de calidad, minimizar los posibles errores y prevenir sus potenciales complicaciones.