Los trabajadores de Fuentecapala ven cada día más cerca el cierre de la factoría de Navalmoral de la Mata y el despido de los 37 empleados que conforman la plantilla, mientras los sindicatos comienzan a barajar la opción de recurrir a la vía judicial para impugnar el ERE, si la empresa rechaza negociar la extinción de los contratos y la indemnización para los trabajadores.

Por el momento no se ha llegado a producir un diálogo al respecto. De hecho, los sindicatos esperaban ayer una alternativa al cierre. Eso era lo que habían solicitado a la empresa en la reunión del pasado 19 de junio y lo que esperaban que los responsables de la textil plantearan en la nueva convocatoria, la segunda de la ronda abierta tras el anuncio del despido de los 37 trabajadores y el cierre de la empresa. Pero no hubo avance y esa propuesta no llegó, según explican responsables de CCOO e UGT, que creen que la empresa baraja únicamente el cierre fulminante de la empresa. En lugar de la propuesta, los representantes de Fuentecapala leyeron un documento en el que la Junta de Extremadura les requiere documentación sobre el expediente en marcha e hizo entrega de documentación a los sindicatos.

"A continuación nos han dicho que fijáramos fecha para la próxima reunión", indica Saturnino Lagar, responsable de la Federación de Industria de CCOO. El encuentro duró una hora --hubo un receso para que los representantes sindicales hablaran con los trabajadores-- y el próximo será el 4 de julio. La tercera cita se desarrollará seis días antes de la fecha límite para alcanzar un acuerdo, el 10 de julio. Sería a partir de ese momento cuando los sindicatos impugnarían el ERE si Fuentecapala decidiera ejecutar el despido colectivo.

Hasta ese momento, las organizaciones insisten en mantener activa la negociación y en buscar al menos "la mejor salida posible para los trabajadores", aunque temen que la empresa persigue agotar el plazo de diálogo que marca la legislación antes de materializar el ERE y cerrar la empresa.

En esta línea el secretario general de UGT FICA, Miguel Talavera, pone en cuestión que exista por parte de Fuentecapala una voluntad real de negociación "de buena fe" para alcanzar un acuerdo que garantice la continuidad de la actividad productiva y el mantenimiento de los empleos, más aún cuando se les adeudan además cuatro nóminas. Insiste en una nota que el objetivo de la empresa es "el cierre con el abaratamiento de los despidos que propicia la actual normativa en materia laboral", esto es, una indemnización de 20 días por año trabajado con un límite de un año.

Los sindicatos señalan también que la situación actual de la fábrica es de paralización, después de que 31 de los 37 empleados cesaran el 23 de junio su actividad, con un permiso retribuido hasta el 10 de julio. Mientras tanto los trabajadores mantienen las protestas y ayer se concentraron en la entrada de Fuentecapala antes de la reunión. Continuarán haciéndolo en los próximos días mientras siga abierta la negociación.