Incertidumbre, precipitación y falta de negociación. Así llega el nuevo currículo de ESO y Bachillerato que la Consejería de Educación ha puesto sobre la mesa y que ha remitido ya incluso a los centros educativos, según denuncia CSI-F. Los cinco sindicatos con representación en la mesa de negociación se sientan hoy por primera vez con los responsables de la consejería para analizar al detalle la modificación del currículo presentada la semana pasada por la consejera de Educación, Esther Gutiérrez, que ayer hizo lo propio en la Asamblea de Extremadura. Entre sus demandas, está conocer el impacto real del nuevo currículo en las plantillas docentes.

El proyecto de la consejería modifica el currículo aprobado el pasado junio por el anterior Ejecutivo del PP y que entró en vigor en septiembre en tres cursos: 1º y 3º de la ESO y 1º de Bachillerato, tras la implantación de la Lomce, que obligaba a modificar la estructura del horario escolar, entre otras cuestiones.

Cuando el actual Ejecutivo llegó a la Junta el pasado julio anunció que modificaría el decreto de currículo aprobado por el PP y en noviembre comenzó a recoger las aportaciones de la comunidad educativa con las que ha elaborado el nuevo proyecto que aún no está aprobado y que incluye entre las novedades menos horas para la asignatura de Religión, la recuperación de Educación para la Ciudadanía, más peso a Filosofía y los idiomas pero menos horas en algunos cursos para Música, Plástica y Tecnología, entre otras.

DEBATE Entre los pasos pendientes para aprobar el nuevo currículo está la negociación con los sindicatos que, de entrada, critican la forma en la que han conocido el borrador del proyecto, justo después de ser presentado en rueda de prensa. Además, no les parece apropiado el tiempo en el que llega. "El borrador ha estado demasiado tiempo en los despachos y nada en las mesas de negociación", lamentan. Pero tampoco convence a los sindicatos el contenido, ya que introduce cambios significativos en los horarios académicos de los alumnos de Secundaria y Bachillerato que no todos comparten y que están generando controversia entre los docentes de distintas especialidades.

Desde el sindicato mayoritario de la enseñanza, PIDE, reclaman un estudio serio sobre cómo va a afectar a las plantillas el nuevo horario y el número de docentes se verán afectados por la reducción o ampliación de horas en cada especialidad modificada. "La consejería debe hacer un esfuerzo para mantener las plantillas e implementar las medidas necesarias para que los docentes de ninguna especialidad se vean perjudicados", señala Alfredo Aranda. En la reunión de hoy planteará a la consejería modificar optativas, materias de libre configuración y el horario propuesto del Programa de Mejora del Aprendizaje y del Rendimiento en 2º y 3º de ESO. Respecto a Religión, cree que tiene que quedar fuera del horario lectivo: "de esta manera sería fácil poder cuadrar todos los horarios sin pérdida de horas por parte de ningún colectivo".

Por su parte, desde CSI-F solicitan a la consejería mantener la carga horaria en todos los departamentos, garantizar la continuidad de las plantillas de este curso y evitar el deterioro de las condiciones laborales. "Nos sorprende que la consejería no se haya acercado al currículo que el PSOE estableció en la LOE --la Ley Orgánica de Educación-- y quiera dejar una impronta nueva que va más allá y requiere de más tiempo de debate", señala Mercedes Barrado, secretaria de enseñanza de CSI-F. Barrado lamenta la inquietud en la que está sumida la comunidad educativa con cada modificación. "La inestabilidad normativa provoca desánimo e incertidumbre en los centros, colapsa la educación y no nos deja avanzar. Los docentes necesitan estabilidad", dice Barrado.

DESCONCIERTO "Desde ANPE consideramos por los tiempos y la situación educativa, social y política, un despropósito modificar en tan poco tiempo y bajo la más que probable pronta modificación de la Lomce, las plantillas de los centros y las materias a cursar". Antonio Vera, presidente de ANPE precisa que la situación solo genera malestar entre el profesorado, confusión en las familias y desconcierto entre los alumnos. "Es un contrasentido que el Ejecutivo extremeño se empeñe en modificar el currículo acorde a una ley educativa que ellos mismos quieren derogar,". Por eso su primera petición en la reunión de hoy será tiempo, prudencia y serenidad. La segunda, entra a alterar algunas de las propuestas de la consejería. El sindicato se opone a la pérdida de horas de materias de naturaleza académica a favor de otras no profesionalizadas que pudieran desestabilizar las plantillas docentes y pide, entre otras cuestiones, una apuesta más decidida por el Bachillerato de Artes, por la Música y las materias del ámbito científico-tecnológico.

Desde CCOO, el secretario de enseñanza, Francisco Jiménez, señala que acude a la primera cita oficial con el proyecto de currículo con una actitud crítica y beligerante porque las formas de presentar este borrador no han sido las adecuadas: "no entendemos la actitud de la consejería". No avanza en que consistirán sus propuestas.

Por su parte, el secretario de la federación de enseñanza de UGT, Oscar Hernández, lamenta que un cambio tan importante que afecta al modelo educativo futuro se pueda aplicar sin tiempo suficiente para debatir sosegadamente la nueva norma. No obstante, considera que el nuevo proyecto de decreto mejora sustancialmente el actual aprobado por el anterior Ejecutivo porque devuelve Educación para la Ciudadanía, incorpora Música en 1º de la ESO y Tecnología en 3º, entre otras cosas, pero solicita un estudio sobre el impacto de las plantillas y un calendario de debate.

CONSENSO La consejera de Educación explicó ayer en el pleno de la Asamblea --a petición propia-- que en esta legislatura habrá "un aumento importante en la contratación de profesores". Señaló que el nuevo proyecto de decreto se fundamenta en el diálogo con la comunidad educativa, al contrario que el que aprobó el Ejecutivo del PP el pasado junio "a sabiendas de que las urnas les habían desbancado". Insistió en que el nuevo borrador se ha elaborado tras un proceso participativo de la comunidad educativa que se ha traducido en más de 700 aportaciones, de las que se han incluído el 90%, precisó, según recoge Efe.