El Ministerio de Trabajo adjuntó al texto del proyecto de reforma del subsidio agrario un informe donde se justifica la necesidad de acometer cambios, dadas las "importantes disfunciones" que había generado el modelo vigente hasta mayo pasado. A modo de resumen, se indica que el sistema era discriminatorio, generador de dependencia, poco incentivador del trabajo, favorecedor de la economía sumergida y artífice de una "cultura del subsidio".

Como ejemplos de lo dicho, se recoge que mientras la población agraria descendió en los últimos 15 años en 100.000 personas en Extremadura y Andalucía, y el desempleo en general bajó en ambas comunidades, el número de perceptores del subsidio creció en 65.000 personas. Además, se explica que "el fácil acceso al subsidio" desincentivó el trabajo y la movilidad, ya que con 35 peonadas se daba una prestación igual que con 6 meses de trabajo.

Finalmente, se apunta la "paradoja" de que en las provincias con mayor actividad agraria hay carencia de mano de obra.