Un mes de plazo. Es el tiempo que tendrán los consumidores para darse de baja en su compañía de teléfono móvil o para cambiarse a otra si no están de acuerdo con la subida de precios que sus operadores están estableciendo sin consulta previa. «Lo que hacen es romper de manera unilateral el acuerdo establecido con el cambio de tarifa, de manera que si el cliente decide no aceptarlo y abandona la línea contratada, no podrá ser penalizado aunque tenga compromiso de permanencia», explican desde la Unión de Consumidores (UCE) de Extremadura. «Eso sí, si se está pagando un móvil a plazos que se ha adquirido a través de esa compañía, esa cuota mensual deberá seguir abonándose», añade.

UCE lanza este mensaje y hace hincapié en él tras conocerse que las tres grandes operadoras de telecomunicaciones del Estado, Movistar, Vodafone y Orange, van a incrementar el coste de sus principales servicios (telefonía, televisión e internet) hasta en cinco euros mensuales. El argumento común es que se va a elevar al mismo tiempo la velocidad de navegación.

«Abusiva» / Esta subida de precios, que ya ha sido considerada «abusiva» por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), afectará al 81,8% de las líneas de móvil que hay en Extremadura. O lo que es lo mismo: 665.034 contratos (de los 813.000 que existen en la región), según los últimos datos que maneja la UCE extraídos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Por operadoras, el 35,3% pertenecen a Movistar; el 27,8%, a Orange; y el 18,7%, a Vodafone. El 18,2% restante corresponde a otras compañías que no se verán afectadas por este alza en las tarifas.

Desde la UCE Extremadura insisten: «Las operadoras tienen la obligación de informar a los clientes de estos cambios. Y éstos tendrán su mes de plazo para decidir si se marchan desde el momento en que tengan conocimiento de la subida». Asimismo, aconsejan estudiar el consumo diario para saber qué plan económico es más conveniente.

Cuando a mediados del pasado mes de junio se anunció el fin del roaming (el sobrecoste que suponía usar el móvil en otro país de la Unión Europea), desde algunas organizaciones de consumidores ya avisaron de que había temor de que las compañías alzaran los costes para compensar las pérdidas a asumir tras la eliminación de este extra internacional.

Quizá este cambio sea la confirmación de esas sospechas.