Los extremeños afloraron 181 millones de euros de dinero negro (más de 30.000 millones de pesetas de entonces) entre el 2001 y el primer semestre del 2002 con motivo de la entrada en circulación de la nueva moneda europea, según denunció ayer el colectivo de Técnicos Financieros del Ministerio de Hacienda (Gestha). La ocultación al fisco de este dinero B ha impedido a Hacienda recaudar 41,8 millones de euros en impuestos. La Agencia Tributaria tiene hasta el próximo 3 de julio para notificar a los presuntos defraudadores el inicio de una investigación. De no ser así, la práctica prescribe y el dinero es ya irrecuperable.

El vicepresidente de Gestha, José María Mollinedo, explicó ayer a EL PERIODICO que el dinero aflorado en Extremadura se ha lavado mediante la adquisición por parte de particulares y sociedades de viviendas, grandes fincas de aprovechamiento cinegético y, en menor medida, vehículos de alta gama y artículos de joyería. En toda España, la cantidad aflorada es de 10.970 millones de euros y los tributos a prescribir ascienden a 2.534 millones de euros.

UN COLADERO El sistema de transición al euro elegido por los países de la UE ha sido un coladero para el dinero negro, pues una persona podía cambiar hasta finales de junio del 2002 un máximo de 2,5 millones de las antiguas pesetas a su equivalente en euros en cualquier oficina bancaria sin ser preguntado por el origen del dinero. "Un contribuyente con 25 millones de pesetas en negro en el 2001 en diez días podía cambiar todo el dinero", explicó ayer Mollinedo.

Gestha agrupa a unos 8.000 técnicos del Ministerio de Economía, el 80% de la plantilla de inspectores, subinspectores, interventores, personal del catastro, auditoría, etc. Lo que reclama este colectivo es que el Ministerio de Economía dé la orden a los técnicos para poder notificar antes del 3 de julio a los contribuyentes susceptibles de haber defraudado el inicio de una investigación. "Un contribuyente que en el 2001 atesorara cuatro o cinco inmuebles y no tenga rentas suficientes para ello tiene que ser investigado".

Mollinedo asegura que es muy fácil detectar a los contribuyentes que han sacado dinero negro de la caja fuerte ante la llegada del euro. Basta con cruzar los datos de la declaración de la renta de tres años anteriores a la entrada en circulación del euro con las operaciones de adquisición de inmuebles efectuadas en el 2001, información ésta que facilitan las haciendas regionales y las notarías y registros.

Esta operación, según Mollinedo, se puede hacer "en una mañana" y permitiría obtener una relación de contribuyentes que hayan adquirido inmuebles a un valor superior al de su poder adquisitivo, una señal inequívoca de que puede tratarse de casos de ocultación de rentas.

Los técnicos de Hacienda piden al ministerio que tome la decisión ya para poder seleccionar las bolsas de posible fraude y notificar a los contribuyentes la apertura de una investigación antes del 3 de julio. Según la legislación actual, el fisco tiene luego un año de plazo para finalizar la inspección.