En la familia Richarte-Vázquez los sentimientos eran distintos ayer ante la partida de su hija al Líbano dentro de unos días. El padre, Manuel Richarte, se mostraba "tranquilo". El también es militar y está convencido de que su hija, cabo del grupo Logístico, está preparada para afrontar esta misión, en la que participa de forma voluntaria, después de siete años en el Ejército.

"Mi hija también está tranquila", afirmaba con orgullo Manuel Richarte. No es la primera vez que su hija viaja al extranjero, ya estuvo destacada en Kosovo, aunque esa experiencia no calma el temor que siente su madre, Cristobalina Vázquez. "Yo sí tengo miedo, para qué voy a mentir", confesaba con resignación poco después de que concluyera el acto oficial de despedida a las tropas extremeñas en la base General Menacho de Bótoa. Los tíos de la soldado también quisieron acompañarla en estos momentos y se mostraron orgullosos de que su sobrina participe se vaya al Líbano "porque es una obra humanitaria".