Muchos de los espacios de trabajo y ocio de Extremadura continúan presentando unos niveles muy elevados de nicotina en su ambiente. Un estudio realizado por neumólogos del Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres ha determinado que un 36% de estos lugares --declarados, en teoría, libres de humo-- presentan una concentración de nicotina por encima de los 2,3 microgramos por metro cúbico (mcg/m3), una tasa que se considera que ya puede suponer para cualquier fumador pasivo un riesgo elevado de contraer cáncer de pulmón. En más de un 90% de las mediciones se detectó la presencia de nicotina en el ambiente, y en el caso de los establecimientos de hostelería se llegaron a medir hasta 76 mcg/m3.

Los sectores laborales incluidos en el estudio han sido oficinas de la Administración pública (central, autonómica y local); empresas privadas; universidades y locales de ocio y hostelería. En todos ellos se efectuaron varias mediciones antes y después de la entrada en vigor de la prohibición parcial de fumar en espacios públicos, en el año 2006. "Solo en los tres primeros meses descendieron los resultados. Un año después eran mucho más altos y pasados los dos años se aprecia que el impacto de la ley ha sido prácticamente nulo", subraya Antonio Riesco, coordinador de este informe, que ha elaborado en colaboración con la doctora María Díaz.

TODO EL ENTORNO LABORAL Riesco explica que las tasas de nicotina son altas no solo en las zonas de vending , las cafeterías o los aseos --"que siguen estando dentro del recinto de trabajo", recuerda este experto--, sino también en el resto de espacios del entorno laboral, "lo que nos ha llevado a pensar que o bien se sigue fumando en ellos o que al menos lo hace determinado personal, como puede ser el de limpieza". En este sentido resalta dos aspectos. Por un lado, que "la gente tiende a pensar que la nicotina desaparece ventilando, y no es así". Por otro, que la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer "considera peligrosa cualquier exposición, por mínima que sea, al humo ambiental de tabaco".

El tabaquismo pasivo puede producir enfermedades tumorales, cardiovasculares o patologías respiratorias crónicas. "Es la tercera causa de mortalidad, por detrás del tabaquismo activo y del alcoholismo", incide Riesco, quien piensa que hay que plantearse un triple objetivo: "Una restricción total del consumo de tabaco en lugares públicos, aumentar el precio del tabaco y mejorar la atención sanitaria". Los principales resultados de este estudio serán presentados en el transcurso del XXXVI Congreso de la Asociación de Neumólogos del Sur (Neumosur), que se celebrará en Sevilla desde hoy y hasta el próximo sábado. La investigación se enmarca en un proyecto a nivel nacional en el que participan ocho comunidades autónomas. "Los datos extremeños están en consonancia con los del resto de comunidades", concluye Riesco.