Buenas infraestructuras, buena compañía aérea, precios asequibles y, sin embargo, el aeropuerto de Badajoz no acaba de despegar. Y aunque se ha atravesado una etapa generalizada de descensos a nivel nacional, lo cierto es que este registro ya ha empezado a registrar alzas mensuales del 6% con respecto al mismo periodo del año anterior y Extremadura prosigue con descensos del 22% en agosto y septiembre, o de hasta el 25% en el pasado mes de octubre.

Por ello, el último comité de coordinación aeroportuario celebrado en Badajoz esta semana, compuesto por el Gobierno regional, la Frmpex, el ayuntamiento pacense, Aena y el propio aeropuerto de Badajoz, además de la Cámara de Comercio, ha decidido crear un grupo de trabajo que busque las causas y trate de impulsar esta infraestructura. No en vano, aunque haya que sostenerlo económicamente por el momento, el Gobierno regional tiene decidida su continuidad dado que "sitúa a Extremadura en el mapa del mundo, es un complemento necesario para otras políticas centrales de la comunidad y no existe un transporte alternativo que invite a venir más allá de 400 kilómetros".

Miguel Angel Rufo, director general de Transportes, señala que no es normal que en 2013 se estuviera en el entorno de los 4.000 pasajeros al mes y este año andemos en los 3.200 cuando se trata de la misma compañía (Air Europa) que presta idéntico servicio, cuenta con iguales horarios y los precios siguen siendo razonables: comprar un billete Badajoz-Madrid de ida y vuelta con un tiempo prudencial supone del orden de los 100 euros, cuando otras compañías como Air Nostrum ofrecen servicios como Pamplona-Madrid por 400 o 500 euros.

El aeropuerto de Badajoz, dice, no puede aspirar a encontrar una 'Low cost' que dispense, por ejemplo, billetes Badajoz-Londres por 20 euros "porque este tipo de compañías ofrecen bajos costes a cambio de mover un alto volumen de pasajeros". En consecuencia, de lo que se trata es de disponer de una compañía solvente que logre dar un buen servicio y un buen precio y que, a la larga, pueda seguir operando sin apoyo de la administración.

Hay que tener en cuenta que, en la actualidad, la compañía obtiene una aportación de las arcas regionales de 2 millones de euros al año revestidos en contrato de promoción turística. Claro está, sostiene Rufo, que transportando entre 30.000 y 40.000 viajeros al año como ocurre en la actualidad es imposible mantener equilibrio financiero. Para alcanzar la autosuficiencia se debería andar por los 120.000 viajeros al año, cifra que no resulta inalcanzable viendo la zona de influencia a la que atiende este aeropuerto, la cual se mueve en torno a las 900.000 personas.

De momento, el objetivo pasa por una mayor promoción del aeropuerto de Badajoz pero cambiando el enfoque, no como medio de transporte hasta los destinos Madrid y Barcelona que eso ya se tiene, sino como enlace con Barajas o incluso El Prat a fin de enlazar después con otro vuelo internacional. Es lo que se denomina "conectividad exterior". De hecho, se ha solicitado a Aena ayuda en este sentido para que potenciales viajeros asuman Badajoz como alternativa de destino pero también de escala. Hay que considerar que desde aquí se da cobertura a unos 600.000 habitantes españoles encuadrados en las provincias de Badajoz, Cáceres, Ciudad Real o Huelva, y unos 300.000 habitantes portugueses de Beja, Evora, Elvas, Portalegre y Castelo Branco, quienes en su mayor parte hoy por hoy acuden directamente hasta Barajas por carretera.