La Dirección General de Tráfico (DGT) puso ayer en funcionamiento los cuatro primeros radares de control de velocidad situados en Extremadura e incluidos dentro de los 37 que se han instalado en puntos de alta siniestralidad de todo el territorio español.

Los puntos de control han sido colocados en la Autovía de Extremadura, dos de ellos en la provincia de Cáceres, cerca de Navalmoral --punto kilométrico 179 dirección Madrid y 183 dirección Badajoz--, y otros dos en la provincia de Badajoz, uno próximo a Lobón --punto kilométrico 366 dirección Madrid-- y otro a Talavera la Real --punto kilométrico 379 dirección Badajoz--.

Su puesta en marcha coincidió con la primera Operación Salida del verano, aunque durante todo julio estarán a prueba, es decir, no se multará a los conductores sino que se les enviará una carta con una foto de la infracción y un llamamiento a la responsabilidad. A partir de agosto la notificación de la denuncia, realizada de forma automática, llegará en una semana.

El director general de Tráfico, Pere Navarro, explicó ayer que los nuevos radares, primeros de los 500 que el Gobierno prevé instalar en tres años, han sido colocados en las carreteras de 25 provincias y se suman a los once de este tipo que ya estaban en funcionamiento. En este caso la DGT ha optado por la "transparencia" avisando a los conductores de la proximidad del radar, con pictogramas y un mensaje en los paneles fijos de carretera o en carteles informativos laterales de color azul.

Navarro consideró que la información sobre la ubicación de los aparatos no los inutiliza, aunque admitió que su eficacia real se verá cuando todos estén instalados asegurando que "cuando su implantación sea masiva no será fácil ir frenando". El responsable de la DGT recordó además que, a parte de este sistema de control, siguen operativos los 300 radares móviles de la Benemérita, que permitirán cubrir vías secundarias.