413 denuncias de mujeres por malos tratos en cinco meses o, lo que es lo mismo, algo más de tres denuncias al día. Es la parte visible de una lacra social que no remite. De hecho, las cifras de denuncias diarias en Extremadura es en lo que va de año muy similar a la del 2006, 2005 y 2004. En cada uno de esos años se contabilizaron algo más de 1.100 denuncias.

Sea, como dicen algunos, porque la mujer ya no tolera situaciones que antes se consideraban hasta normales, sea porque el problema está aún en una fase aguda, el caso es que los datos continúan ofreciendo un panorama muy alarmante. En toda España, según el Instituto de la Mujer, en los 150 primeros días de este año se habían registrado casi 25.000 denuncias, es decir, 163 al día. En el 2007 las denuncias diarias fueron 170.

En todo caso, la misma estadística apunta que Extremadura es una de las regiones que --porque el problema es menor o porque se denuncia menos-- la tasa de denuncias es más baja, con 2.100 anuales por millón de mujeres, frente a una tasa media española de 3.200 denuncias por millón, y datos como los de Canarias, que duplican el índice extremeño, o los de Melilla, que la triplican.

La parte más dramática, que también recoge el Instituto de la Mujer, es que hasta que arrancó junio habían muerto en España 38 mujeres víctimas de sus parejas o exparejas, cuatro más que en el mismo periodo del año anterior.

En cuanto a la situación opuesta, esto es, las denuncias por maltrato de hombres contra las mujeres, también se detecta cierta estabilidad, después del notable incremento producido en el 2005. Así, cada día un extremeño denuncia haber sufrido malos tratos por parte de su pareja o expareja, es decir, que las denuncias masculinas son tres veces menos que las femeninas.

En el total de España el desequilibrio es aún mayor: por cada denuncia de un hombre hay seis denuncias de mujeres.

Otro dato para la reflexión es que la mayor parte de las agresiones son a cargo de la pareja actual, y dos tercios de las mujeres asesinadas convivían aún con su agresor.