El AVE Madrid-Lleida, abierto al público desde el sábado, ha sido por encima de todo un gran negocio para las empresas españolas. Sólo tres extremeñas han logrado sacar tajada . En total, el Gobierno ha adjudicado contratos por 10.000 millones de euros en la mayor contratación pública de la historia empresarial española, según adelantaba ayer El País , aunque los márgenes finales de beneficios se han situado en torno al 3%. Este lucrativo negocio ha caído en manos de 50 contratistas principales y cientos de subcontratas, lo que ha permitido la entrada de empresas de mediano tamaño en la construcción de la línea de alta velocidad, algo que --como recuerdan los expertos-- no ocurrió con el AVE de Sevilla.

TOCO LA LOTERIA

Tanto es así que esta lotería empresarial también ha tocado esta vez en tierras de Extremadura. En concreto, han sido tres las empresas extremeñas que han participado en esta obra faraónica que tantas polémicas de todo tipo continúa generando. En primer lugar está Industrias Mecánicas de Extremadura (Imedexa), una firma de Casar de Cáceres que se ha encargado de la construcción en algunos tramos de las torretas eléctricas que se sitúan a ambos lados de la vía de cualquier tren de alta velocidad.

Por su parte, Técnicas Reunidas Extremeñas SL (Trex) ha sido la responsable, a través de una subcontrata, de fabricar la señalización ferroviaria, una de las principales especialidades de esta empresa de Malpartida de Plasencia.

La última entidad regional que ha entrado en el reparto del pastel del AVE catalán ha sido la cantera de Antonio Frades, ubicada en Navalmoral de la Mata, que durante más de un año ha suministrado 50.000 metros cúbicos de balasto.

Se trata de una piedra grisácea y machacada que se extiende sobre la explanación de las vías para servir de lecho a las traviesas y los raíles. Aunque esta cantera ya había realizado anteriormente otros trabajos para Renfe, en esta ocasión al ser para una línea de alta velocidad se han tenido que llevar a cabo operaciones especiales de triturado de la piedra tras su extracción y certificaciones de calidad aún más rigurosas.