El patio de Naranjos que antecede a la Asamblea de Extremadura se quedó ayer pequeño para albergar a los cientos de personas que decidieron acompañar a Guillermo Fernández Vara en una toma de posesión popular y exenta de protocolo, donde se notó una alta presencia de militantes socialistas que vitoreó a su líder en reiteradas ocasiones y, por contra, abucheó a Monago hasta el punto de que el propio Vara indicó en varias ocasiones con la mano su oportuno cese.

El líder nacional del PSOE, Pedro Sánchez, llegó al acto poco antes del inicio al grito de "presidente, presidente" y se hartó de dar besos y abrazos, lo mismo que fotos y 'selfis' con dispositivos móviles. Había dormido en Mérida, el día antes acudió a la representación de Medea en el Teatro Romano interpretada por Ana Belén. César Luena, secretario de organización del PSOE, le acompañaba detrás y tampoco se quedó corto en los saludos a los simpatizantes, al igual que José Bono, Alfredo Pérez Rubalcaba y Patxi López, quienes se prestaron a decenas de fotografías de recuerdo con todos los asistentes.

"¿Un selfi contigo Pedro?", preguntaba una mujer agitando su teléfono móvil con la mano. "Venga", decía él agachándose hasta llegar a su estatura para no desentonar en altura.

La familia del presidente ocupaba un lugar especial en el recinto: su esposa María Luisa y sus dos hijos, Teresa y Guillermo; lo mismo que el resto de familiares llegados desde Olivenza o Madrid. También estaban amigos personales de Fernández Vara, así como un amplio grupo de vecinos de su pueblo encabezados por el alcalde oliventino, Manuel González Andrade.

El expresidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra, el senador Francisco Fuentes, los diputados nacionales Pilar Lucio o Leire Iglesias, los líderes sindicales Julián Carretero (CCOO) y Francisco Capilla (UGT) así como el líder nacional del sindicato, Cándido Méndez, se situaron en la primera fila, al igual que la delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera, y los portavoces de todos los grupos parlamentarios: Cristina Teniente (PP), Valentín García (PSOE), Alvaro Jaén (Podemos) y María Victoria Domínguez (Ciudadanos).

El alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, también se colocó delante, así como el regidor de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, se posicionó más próximo a los diputados autonómicos del PP, que permanecieron en una posición resguardada. Los dos presidentes de las diputaciones, Miguel Angel Gallardo y Rosario Cordero, así como los secretarios generales del PSOE, Miguel Angel Morales y Rafael Lemus, por contra estuvieron en primera fila.

Julio Márquez de Prado, presidente del TSJEx y Segundo Píriz, rector de la Uex, también acudieron, al igual que Javier Peinado, secretario general de la Creex, así como los responsables máximos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Vara prometió el cargo "por lealtad al Rey y al pueblo extremeño" y gritó al final "viva Extremadura" y "viva España" al estilo castrense, levantando vivas unánimes de toda la plaza.

El acto acabó con la interpretación del himno de Extremadura por parte del cantaor extremeño Manuel Pajares, que hizo que todo el mundo invadiera literalmente las dependencias de la Asamblea, donde siguieron los saludos. Nada de vino español ni de cóctel, sólo besos y abrazos y de nuevo selfis.