El consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara, explicó que la norma servirá para fomentar la autonomía individual y ayudar al paciente en la toma de decisiones.

Desde el PP, el diputado Javier Casado echó en falta aspectos como el derecho a la libre elección de médico y a la segunda opinión, y el derecho a la intimidad, plasmado en forma de habitación individual, tal y como se había comprometido la Junta. Asimismo, criticó que se retrase más de un año su entrada efectiva en vigor.

Por IU, Cristóbal Guerrero reclamó sin éxito que se incluyese la obligación de realizar estudios epidemiológicos en localidades donde la actividad de las empresas puedan suponer riesgo para la población, y que el consejo de bioética sea nombrado por una mayoría cualificada del Parlamento.