El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, ha lanzado un aviso a quienes pretendan hacer uso de las balanzas fiscales para lograr un modelo de financiación autonómica más favorable a sus intereses, en el sentido de que Extremadura pondrá sobre la mesa una balanza medioambiental que señale a aquellas comunidades autónomas que se han desarrollado a costa de provocar un mayor daño al medio ambiente.

Con motivo de la clausura de las Jornadas sobre Bosques, Cambio Climático y Energía en un contexto de crisis, el presidente extremeño se refirió a algunos datos de los estudios encargados para conocer de qué forma contaminan las comunidades autónomas. En este sentido, dijo que en Extremadura se emiten 2,16 toneladas equivalentes por hectárea, mientras que en Madrid son 35,25; en Baleares 21,17 y en Cataluña 17,76 toneladas, o que "el superávit de calidad ambiental en Extremadura es de un 74% y el caso de Madrid el déficit es de 311%".

Fernández Vara señaló que estos datos ponen de manifiesto "lo que ya sabíamos", que hay una serie de territorios que "se han desarrollado sobre la base de contaminar más y otros que nuestro desarrollo se ha basado en contaminar menos".

En cualquier caso, dijo que no tiene intención de "arrojar" estos resultados sobre nadie "a menos que otros lo hagan antes", en referencia a las fiscales.

"Vamos a tenerlo por lo menos para que aquellos que defienden sus balanzas fiscales en base al nivel de tributación producido por el nivel de desarrollo en determinados ámbitos aunque sea a costa de la contaminación, no están teniendo en cuenta que otros hemos tenido un desarrollo que ha permitido ir absorbiendo parte de las emisiones que tenían otros", comentó.

Sobre el tema de las jornadas, subrayó que la crisis, el cambio climático, las políticas energéticas y de seguridad en el mundo "no son libros distintos, son capítulos de un mismo libro, porque están todos interrelacionados". Comentó que se trata de problemas que hay que observarlos "vestidos de matices", porque son asuntos que no se resuelven con "un sí o un no". "Apoyar la energía nuclear no es como ser del Madrid o el Barcelona", sino que se trata de ver si es necesaria para obtener una energía a un precio que permita una producción industrial competitiva".