El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, efectúa un llamamiento a "todos los extremeños" para "salvar las barreras y obstáculos que surjan en el camino" iniciado por la comunidad hace hoy 25 años, fecha en la que se aprobó el Estatuto de Autonomía de Extremadura. El jefe del Ejecutivo regional reclama el "esfuerzo solidario de todos" en la construcción del futuro de la comunidad en su intervención en un acto público celebrado en Mérida, con motivo de los primeros 25 años de la autonomía extremeña, informa la agencia Europa Press.

"Nuestro futuro tiene las puertas abiertas y estoy seguro de que, como hasta ahora, todos los extremeños juntos, seremos capaces de entrar en él con decisión, prudencia y serenidad", comenta el presidente de la Junta ante el nutrido grupo de asistentes al acto, celebrado en el patio de la Asamblea de Extremadura, entre los que se encontraban todos sus predecesores en el cargo, entre ellos Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Luis Ramallo y Manuel Bermejo. Asimismo, asistieron los ex presidentes de la Cámara, así como el actual, Juan Ramón Ferreira, quien previamente en un pleno de la Asamblea leyó una declaración institucional aprobada por asentimiento de los 65 diputados, en la que se señaló su "unánime" reivindicación del principio de solidaridad entre los territorios de la nación española.

Con amenaza de lluvia y con un ligero viento que causó alguna que otra molestia, también intervino en el acto el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, Julio Márquez de Prado, como representante, junto al legislativo y ejecutivo, del tercer pilar del estado democrático, el judicial.

Aparte de las intervenciones, se procedió al izado de banderas extremeña y española, así como a la interpretación del himno de la comunidad autónoma, a cargo de la cantante Soraya Arnelas, natural de la localidad cacereña de Valencia de Alcántara, acompañada por la Joven Orquesta de Extremadura.

En una breve intervención, el presidente de la Junta comentó que el año 1983, fecha en la que se aprobó el Estatuto y posteriormente se constituyó la primera Asamblea de Extremadura y se nombró el primer gobierno extremeño, significó "un punto de inflexión muy importante" para la región, porque "en él se situó la frontera entre el ayer y el mañana".

Aquellos inicios, que calificó como de desperezo hacia el autogobierno de la región, han permitido a los extremeños dotarse de "mecanismos capaces de catapultarnos hacia un futuro que, en aquellos inicios, apenas podíamos vislumbrar". Añadió que "paso a paso, entre todos, hemos conseguido que Extremadura encontrase su camino y fuese protagonista principal de su propio destino". En todo caso, resaltó que "el camino no ha sido fácil y tampoc será fácil el que queda por recorrer, pero juntos, con la voluntad decidida de aportar lo mejor de cada uno de nosotros, lograremos llegar a la meta".

Hasta el momento, en los primeros 25 años de autogobierno, Extremadura "ha sido capaz de romper moldes que la encorsetaban, apostando por un futuro en el que podrá desarrollar todas sus posibilidades".

Tras alabar la vigencia de la división de poderes que garantiza el sistema democrático, comentó que Extremadura es hoy "una realidad sobre la que necesitamos seguir soñando para seguir avanzando, convencidos de que podemos, empujados, limitados sólo por nuestra capacidad para transformar los sueños en realidades".

"Igual que hemos sabido construir un presente esperanzador sobre aquel pasado que nos limitaba, mañana, y me refiero a mañana mismo, debemos seguir trabajando para afrontar con decisión el futuro", dijo Fernández Vara antes de concluir su discurso con un "¡Viva Extremadura!".

Por su parte, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) se refirió a la división de poderes como "postulado esencial en todo Estado de Derecho" y agradeció su invitación a este acto como representante del poder judicial. Al respecto, defendió la "necesaria coordinación y entendimiento de los poderes".

Tras recordar que los tribunales superiores de justicia son órganos del Estado y no de las comunidades autónomas, comentó que ello no impide reconocer que la creación de estas instituciones "implicó una mayor vinculación del poder judicial con la comunidad y respondía al mandato constitucional de acercar la justicia al ciudadano".

Márquez de Prado aprovechó su intervención para exponer su deseo de que se lleve a cabo una remodelación competencial de los tribunales superiores, siempre respetando la supremacía del Supremo, en su papel constitucional de "velar por la unidad de doctrina en la aplicación de la ley". Dicha remodelación planteada lleva aparejada una ampliación de competencias, en especial en los órdenes jurisdiccionales civil y penal, actualmente limitadas.

Asimismo, se mostró partidario de la reforma del Estatuto de Autonomía, de manera que el nuevo texto recoja "de forma clara y expresa competencias en los recursos de casación y revisión en materias de Derecho Especial de la Comunidad, no solo del Fuero de Baylío y Derecho Consuetudinario".

Tras subrayar la independencia de todos los tribunales en el ejercicio de sus funciones, Márquez de Prado hizo alusión a la huelga que mantienen los funcionarios de Justicia. Así, defendió el derecho a huelga de todos los trabajadores, no sin antes expresar las "incomodidades y perjuicios" que esta protesta está ocasionando a los ciudadanos, y pidió disculpas en nombre de sus "compañeros" por los atrasos que se están produciendo en la Administración de Justicia.