El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, aclara que la red sanitaria de la región es enteramente pública y no concertada, lo mismo que la mayoría de los centros educativos. De esta forma, Vara responde a las críticas de la Generalitat de Cataluña sobre el número de funcionarios de la administración extremeña.

Según recoge la agencia Europa Press, Vara lamenta que, mientras él sí entiende que la "lengua es un patrimonio que necesita de recursos y hay que apoyarlo", en referencia a la Generalitat de Cataluña, desde el Ejecutivo catalán "les parece mal" que en Extremadura una de las "prioridades" sea tener ordenadores en las aulas o que haya "determinados funcionarios".

El jefe del Ejecutivo extremeño sale así al paso de las manifestaciones realizadas la semana pasada por el consejero de Gobernación y Administraciones Públicas catalán, Jordi Auss, quien criticaba el, a su juicio, elevado número de funcionaros de determinadas regiones, entre ellas Extremadura, en contraposición a Cataluña. "Lo que no entiendo es que ellos pueden hacerlo porque puedan gestionar sus prioridades y en cambio cuando yo gestiono las mías les parece mal", sentencia Vara durante una entrevista en el programa Los Desayunos de TVE.

Sobre el número de funcionarios, Fernández Vara aclara que en la comunidad extremeña la sanidad es "enteramente pública", mientras que en otras autonomías "el 50 o el 60 por ciento" está "concertada con dinero público". Ello significa que los profesionales sanitarios en estas otras comunidades no figuran como funcionarios porque son "personal privado que trabaja mediante concierto".

Del mismo modo, se pregunta "cuántos colegios concertados hay en Madrid y cuántos hay en Extremadura" para concluir que el número de funcionarios en una comunidad "depende de las circunstancias", por lo cual no se puede estar "comparando elementos heterogéneos desde la homogeneidad".

El presidente concluye que "los idiomas enriquecen" y que "lo que empobrece es la exclusión de los otros" y pone como ejemplo su visita reciente a Portugal, en uno de cuyos actos figuraban juntas las banderas del país vecino, la de España, la de Extremadura y la de Lisboa. "Es tiempo de poner banderas, no de arriarlas; es tiempo de cuantas más banderas haya mejor, pero sin que sean excluyentes", apostilla.