El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, precisó ayer que en la época estival en Extremadura «no se cierran camas» ni alas de hospitales, aunque sí ha reconocido que se produce una reducción de casi un 30% de la actividad programada. Vergeles, que hizo estas declaraciones tras firmar un convenio en Mérida, recordó que la Junta destina 25 millones de euros para las sustituciones de profesionales por vacaciones en verano, pero añadió que los pacientes también «se van de vacaciones». Así, la reducción de la actividad programada se sitúa entre el 20 y 30%, similar a la de años anteriores.