El testimonio de Raquel Orantes dejó anoche impresionadas a las numerosas personas que presenciaron en Jaraíz de la Vera el espectáculo Ellas dan la nota . La joven relató el salvaje asesinato de su madre a manos de su padre, a quién en en todo momento definió como "el maltratador de mi madre".
--¿Falló la justicia en la protección de su madre?
--Eso fue lo principal. Mi madre intentó divorciarse en varias ocasiones, y un juez, con los dos testigos en la misma sala, la obligó a volver con su maltratador porque le daba mucha pena ver llorar a un hombre por una mujer. Fue una manera de condenarla. A raíz de ahí se separó y, años después, el juez la condenó a vivir con su maltratador, en distintas plantas, pero compartiendo el mismo patio, como si fueran casas independientes. El la buscó en los diez minutos que sabía que estaba sola y la mató.
--¿Recuerda cómo vivían?
--Como en una cárcel. Habíamos cambiado las cerraduras y aún así siempre estábamos pegados al teléfono por si había que llamar a la Guardia Civil en cualquier momento.
--¿Como influyó en usted la muerte de su madre?
--Me ha hecho un poco más libre a la hora de luchar y buscar respuestas. Durante toda mi infancia me he criado pensando que me merecía lo que me estaba ocurriendo, ya que era lo habitual. Esto me llevaba a culpabilizarme a mi misma y a mis hermanos. Esto me ha quitado la venda de los ojos.
--¿Qué es lo más importante para evitar los malos tratos?
--Algo realmente importante es invertir en la protección de las víctimas.