Antonio Banderas acaparó ayer todas las atenciones a su llegada al certamen de cine checo de Karlovy Vary (en la foto, firmando autógrafos a los fans), donde recogerá el Festival President´s Award. "Siento que aún no he hecho mis obras definitivas", afirmó el actor, aunque en septiembre ya recibió el Premio Donostia en el Festival de San Sebastián.

Banderas aseguró haber dejado atrás, casi dos décadas después de haberse ido a Hollywood, sus años de latin lover: "Hubo un momento en que se explotó mi imagen de rompecorazones, pero yo nunca me sentí así. Jugar todo el tiempo a ser un galán puede acabar destrozándote". Tras interpretar casi 70 papeles, Banderas, de 50 años, prepara su tercera película como director, en la que repasará la vida de Boabdil, el último rey nazarí de Granada. Además, volverá a Broadway para interpretar a Zorba el griego, un personaje "tremendo, titánico". Del que encarnará en lo nuevo de Woody Allen, por otra parte, aseguró que "no es un papel de Oscar, pero cuando Allen te llama le dices que sí a todo".