17 minutos con mi padre es el título de las memorias que publica Jane Chaplin, la sexta hija de los ocho que tuvo el mítico Charlot, y que se inspira en el tiempo que duró el único y breve encuentro que ambos tuvieron a solas, ya que, según ella, los hijos no podían acercarse a su progenitor ni dirigirle la palabra si no era él quien la solicitaba. En este libro, la autora relata su infancia y cómo transcurrió la vida de los Chaplin desde que el patriarca de la saga falleció, hace cerca de 30 años. Jane, de 51 años, confesó a la revista francesa Point de Vue que en la mansión familiar de Ban (Suiza), "reinaba un ambiente austero", y excusa el comportamiento de su padre con el argumento de que el artista necesitaba silencio para poder crear. Según cuenta la autora, a los 78 años, el protagonista de El gran dictador aún era prolífico y "escribía tanto que sus manos le dolían", antes de revelar que "lo que le ayudaba a pensar era tocar unas canicas que siempre llevaba en los bolsillos".
Jane Chaplin reconoce que la muerte del cineasta, ocurrida en 1977, fue un shock que se intensificó cuando, un año más tarde, sus restos fueron robados del cementerio por un grupo de delincuentes que trató de canjearlo a cambio de dinero. El macabro secuestro, que la policía frustró, dejó secuelas a todos los miembros de la familia. Jane confesó que escribir este libro le permitió liberarse de "un pasado aplastante" y "salvar" su vida.