El ex mayordomo de la princesa Diana Paul Burrell dijo hoy en una vista judicial que es "imposible" que ésta fuera asesinada en una conspiración orquestada por la realeza, como sostiene el padre de su novio, Dodi al Fayed. Dodi y Diana murieron el 31 de agosto de 1997 al estrellarse el coche en el que viajaban en el túnel del puente del Alma de París, un accidente que, según el padre del fallecido, fue provocado por los servicios secretos del Reino Unido bajo órdenes del príncipe Felipe de Edimburgo.

En el juicio que se sigue para esclarecer las circunstancias de la muerte, Burrell fue preguntado si tenía información que apoyara la teoría de un asesinato. "No, no puedo ni empezar a creerlo. Conociendo a los miembros de la Familia Real como los conozco, y tan bien como los conozco, creo que eso es imposible", subrayó. Durante su comparecencia ante el Tribunal Superior de Londres, Burrell reveló también que Diana se planteó casarse con el cirujano musulmán Hasnat Khan, con quien salió durante dos años, hasta 1997, y a quien quiso más que "a ningún otro hombre".

Sobre el asunto de la conspiración, Burrell rechazó además la idea de que el príncipe Carlos hubiera tramado contra su ex esposa, pese a que Diana expresó en una carta su temor a que el heredero al trono boicoteara los frenos de su coche. "No puedo imaginar al padre de sus hijos asesinándola", declaró el ex mayordomo, quien explicó que lady Di le tenía mucho cariño al príncipe, pese al divorcio.

Aunque Mohammed Al Fayed, propietario de los lujosos almacenes Harrods en Londres, asegura que su hijo y Diana estaban prometidos, según Burrell su relación no era más que "una amistad reciente que se había convertido en algo más". Explicó que el anillo que Dodi le había regalado a la princesa no era de compromiso sino en señal "de amistad", y por eso la princesa lo llevaba en el dedo anular de la mano derecha, en lugar de la izquierda.

El ex mayordomo, que se ha hecho millonario con la publicación de varios libros sobre la princesa, aseguró que ésta le había confesado que "necesitaba una boda tanto como un sarpullido". En otro momento de la vista, Burrell contó al jurado que había visto cartas del príncipe Felipe a lady Di enviadas durante su divorcio de Carlos en 1992. Las misivas eran "secas", pero no horribles como describió en otra vista Simone Simmons, una sanadora que había tratado a la princesa.

"El príncipe Felipe no es conocido por su diplomacia, pero no hubiera escrito notas desagradables a la princesa. Le tenía cariño", afirmó el ex empleado real. En 2002, Paul Burrell, que ahora vive en Estados Unidos, fue absuelto por el tribunal penal de Old Bailey de la acusación de robo de una colección de pertenencias de lady Di al interrumpirse el caso tras una inesperada intervención de la reina Isabel II. La soberana confesó al príncipe de Gales que se acordaba de que el mayordomo le había dicho poco después de la muerte de Diana que se llevaba algunas posesiones de ésta para cuidarlas.