Director de cine, autor teatral y narrador, el francés Samuel Benchetrit tiene, a sus 33 años, una biografía tumultuosa. Fue el último marido de Marie Trintignant y padre del cuarto hijo de la malograda actriz, fallecida a resultas de una paliza que le propinó su posterior novio, el rockero Bertrand Cantat, después de una mala noche de alcohol y drogas.

Esa sería su tarjeta de presentación simplificada. La más compleja le muestra como un escritor con mucho talento, capaz de volcar su propia experiencia de chico de barrio periférico en un ciclo de cinco novelas autobiográficas cuya primera entrega, Crónicas del asfalto (Anagrama), acaba de publicarse en castellano. Se trata de la crónica de su infancia, a la que seguirán la de adolescencia (que acaba de publicarse en Francia) y de juventud. Benchetrit reflejará en esta tercera novela su relación con la actriz, que acabó poco antes de la muerte de esta.

Benchetrit ha visto cómo la prensa le ha colocado en el centro de un huracán mediático --al parecer, la disputa fatal la provocó un SMS que Trintignant envió a su ex --. Pese a todo, no teme a los medios: "Yo ya no tengo miedo a nada porque lo he vivido todo. Cuando no tenga nada que contestar, no contestaré".