Las abogadas de confesión musulmana podrán llevar el velo cuando defiendan alguna causa frente a los tribunales de Gran Bretaña a condición de que sus clientes estén de acuerdo y de que se les entienda cuando hablen. Estas son las medidas provisionales tomadas después de que un juez suspendiera un proceso porque no entendía bien las palabras de la defensora, que llevaba el velo. El Gobierno ha prometido que aprobará un reglamento sobre la materia y ha pedido a los jueces que hasta entonces interpreten a su discreción el criterio.

Los actuales problemas sobre el velo resurgieron el pasado mes, cuando Aishah Azmi, una profesora de 23 años, perdió el puesto porque impartía sus lecciones con el rostro tapado.