La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) "no quiere armas a bordo" de los aviones comerciales, como exige Estados Unidos, y considera que los gobiernos deben costear la medida. La exigencia de la Casa Blanca de que haya agentes de seguridad en algunos vuelos procedentes o con destino a EEUU ha recibido la críticas de pilotos de varios países y la aquiescencia de diversos gobiernos europeos. La compañía española Iberia recibió el martes el requerimiento de Washington.

La IATA, que agrupa a más de 270 compañías aéreas, lanzó el martes sus críticas. Tras el rechazo de los pilotos británicos a la presencia de agentes armados, sus colegas daneses de Scandinavian Airlines System les secundaron.

Sin embargo, agentes del Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional viajan en vuelos de las compañías francesas desde vísperas de Navidad. La alemana Lufthansa y la israelí El Al han colocado también agentes encubiertos. La rusa Aeroflot anunció que también lo hará.

SIN PRECEDENTES Mientras, el zar antiterrorista norteamericano, Tom Ridge, comunicó el martes que EEUU se encuentra "en un nivel de alerta y vigilancia sin precedentes" ante posibles atentados.

Mientras, Europa vivió el martes una jornada de explosivos y alertas antiterroristas. Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, recibió en Fráncfort (Alemania) una carta bomba. Otro sobre explosivo de Bolonia (Italia) llegó a la sede de Eurojust en La Haya (Holanda). Una maleta sospechosa provocó el desalojo en el aeropuerto de Amsterdam. Y en Alemania, los islamistas planeaban varios atentados.