El jefe del Ejecutivo asume que, sólo una semana después de las masivas manifestaciones contra una guerra en Irak, su encuentro de mañana con Bush en el rancho tejano le perjudicará en España al dar argumentos a quienes le acusan de sumisión a EEUU, según fuentes de la Moncloa. Aún así, estima que la invitación de Bush constituye un hito histórico para España.