José María Aznar llamó ayer al partido al orden. El líder del PP instó a los dirigentes y militantes de su partido a afrontar el supuesto coste electoral de su política de situar a España en bloque favorable a la guerra contra Irak. "Hay que dar la talla", les dijo, y les recordó que él es quien lleva la "mayor parte de la carga" de este "desgaste" político. Aznar intentó atajar toda posible insubordinación en las filas populares con el argumento de que nadie les votaría si dieran "marcha atrás".

La apelación a la disciplina que hizo Aznar se produce en vísperas de que el Congreso se pronuncie, inusualmente en votación secreta, sobre una resolución de toda la oposición en contra de la guerra en Irak. Pero su admonición también está dedicada a los dirigentes y cargos del partido que, en privado o en público, han mostrado su discrepancia con la tesis oficial o su preocupación por los efectos electorales.

Así, Aznar vaticinó que hoy todos los diputados del PP votarán unidos por "convicción" para no dar cancha al PSOE, partido al que reprochó su "bajeza moral" y acusó de ser la "comparsa" de los "comunistas" de IU. También tildó de "despropósito" que el PSOE hable de paz en tono "violento, agresivo y amenazante".

A los dirigentes de su partido que le dicen en privado --"y no tienen el coraje de decirlo en público"-- que debería pasar "desapercibido" por esta crisis, sin mostrar una fidelidad tan evidente a la estrategia de EEUU, Aznar les dijo que le recuerdan a una frase de Franco: "No te metas en política". Y que él no la seguirá.

COMPARACION CON EL NAZISMO

Aznar justificó su protagonismo en esta crisis con el argumento de que no quiere ver a España "sentada en el rincón de la historia, de los países que no cuentan y no deciden". También pidió a los suyos que expliquen la tiranía de Sadam Husein. Y alertó del peligro de ceder ante la amenaza de un dictador con armas de destrucción masiva, como se hizo con el ascenso del nazismo.

Aznar admitió que su actitud puede tener efectos electorales negativos en las próximas elecciones, pero apeló a los principios y al "sentido de responsabilidad" que, vaticinó, acabarán valorando los electores. Si cambiara su postura ahora, concluyó, no merecería la confianza de los españoles y perdería su "credibilidad". Ante quienes llaman la atención sobre el perjuicio que esta política reportará a su sucesor, Aznar asumió que es él quien sale desgastado en esta crisis.

José Luis Rodríguez Zapatero replicó que los populares empiezan a "insultar" cuando se les acaban los argumentos. El líder del PSOE opinó que aún hay tiempo de lograr que Aznar dé marcha atrás con la presión política y la movilización ciudadana.

El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares aseguró que el cierre de filas del PP ante la votación secreta de hoy demuestra que hay "miedo y debilidad" entre los populares.