Con la ceremonia de instauración de la secretaria general de la Unión por el Mediterráneo (UpM), Barcelona renovó ayer el compromiso adquirido hace 15 años, en la cumbre de 1995, en favor del diálogo y la cooperación entre la Unión Europea y sus socios de las riberas sur y este del mare nostrum, con el objetivo de crear un espacio de paz y estabilidad. Pese a tratarse de un acto institucional, hubo momentos para la emoción, la nostalgia y el humor.

La UpM, creada en julio del 2008 bajo el impulso francés y sucesora del Proceso de Barcelona, entra ahora en su fase activa. En el acto de ayer, celebrado en la Sala de Música del Palau de Pedralbes --demasiado pequeña para la cantidad de asistentes, muchos de los cuales tuvieron que permanecer de pie y apretados-- abundaron los llamamientos a la responsabilidad, los propósitos de avanzar y el deseo de que se encuentre una solución al conflicto de Oriente Próximo.

El teórico protagonista del día, el jordano Ahmed Jalaf Masade, secretario general de la UpM, dejó claro que los proyectos que la UpM llevará a cabo y que beneficiarán a los ciudadanos de la región "no servirán por sí mismos para solucionar los conflictos" pero recordó que "representan objetivos comunes que requieren cohesión".

PRIMERA MENCION Fue sin embargo el ministro de Exteriores jordano, Naser Judeh, el primero que sacó a relucir el conflicto israelopalestino. "La falta de paz y la ausencia de diálogo es lo que permite a Israel crear hechos consumados sobre el terreno". Junto a su colega egipcio, Ahmed Aboul-Gheit, expresó su apoyo a las "conversaciones de proximidad" que la semana que viene iniciará el enviado de EEUU a Oriente Próximo, George Mitchell. El jefe de la diplomacia francesa, Bernard Kouchner, le tomó el guante y se llevó un sonoro aplauso cuando abogó por "el Estado palestino que todos deseamos".

También se llevó un emotivo aplauso el exjefe de la política exterior de la UE, Javier Solana, ahora asistente al acto como mero invitado, cuando Kouchner le agradeció haber sido, ya desde 1993, el inductor del proceso euromediterráneo. También el ahora secretario general de la Liga Arabe, Amr Moussa, recordó aquellos inicios con Solana, como lo hizo el actual jefe de la diplomacia española, Miguel Angel Moratinos: "Solana tuvo la visión de crear un proceso de acercamiento del Mediterráneo a Europa". Por su parte, Moratinos pidió también un compromiso para alcanzar la paz en Oriente Próximo.

El presidente de la Generalitat catalana, José Montilla recordó que "para los catalanes, el Mediterráneo no es una cuestión exterior, sino parte de nuestra identidad, nuestra forma de estar presentes en Cataluña y el mundo". Y el alcalde de Bacelona, Jordi Hereu reivindicó el papel de las ciudades. "La propia esencia de la UpM exige la presencia activa de los entes locales", dijo.

Antes de la ceremonia, unidades de gala de los Mossos d´ Esquadra y la Guardia Urbana procedieron al izado de las banderas de los 43 países miembros.