Algunos de los detenidos en la operación policial desarrollada en la madrugada del viernes contra una red de Al Qaeda en siete localidades de Cataluña se deshicieron de productos químicos con los que podían preparar atentados, pocos días después de que a finales de diciembre cayera en Francia otra célula de este grupo terrorista, según señalaron ayer fuentes policiales a este diario.

Fuentes de la investigación han desvelado que algunos de los detenidos el viernes en Barcelona y Girona han sido estrechamente vigilados por la policía. Y que, fruto de esos seguimientos, disponen de productos químicos y de carcasas con huellas de los presuntos terroristas. Esas mismas fuentes han indicado que los detenidos recibieron un cursillo sobre terrorismo con armas químicas en los campos de entrenamiento que Al Qaeda tenía en Afganistán.

LA PERIFERIA PARISINA

Los arrestados optaron por deshacerse de ese material tras la detención, el pasado mes de diciembre, de seis personas en la periferia de París, la mayoría también de origen argelino.

Entre los detenidos en Francia figura Slimane Jalfoui, antiguo combatiente en Bosnia y que, según la justicia francesa, está relacionado con los terroristas que habían planeado atentar contra la catedral de Estrasburgo, en el año 2000. Precisamente, la caída de esa célula en Francia precipitó la operación desarrollada contra las dos células de Al Qaeda en Cataluña.

No obstante, las investigaciones contra la red desarticulada en Barcelona y Girona se iniciaron hace varios meses, coordinadas por el juez Guillermo Ruiz Polanco. Este magistrado autorizó entonces varias intervenciones telefónicas en unas diligencias que permanecen secretas. Los datos obtenidos en esas escuchas, más las informaciones facilitadas por Francia, han permitido esta operación.

El juez Ruiz Polanco interrogará hoy a los 16 detenidos. Previamente, la policía le dará cuenta del análisis realizado de la documentación, las grabaciones en cinta y el material explosivo que se ha incautado en los registros practicados. En el registro realizado en un piso de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), la policía ha encontrado temporizadores dotados con relojes digitales similares a los que habitualmente utiliza ETA, según fuentes de la investigación.

Además, la policía estudia el contenido de 16 cintas de radiocasetes y de vídeo de contenido islámico, así como manuales sobre material eléctrico. Los detenidos también tenían mandos a distancia, destornilladores de precisión, bidones y botellas con hidrocarburos alifáticos (similares al queroseno), además de resinas y gomas sintéticas cuyo uso terrorista está siendo investigado.

La Audiencia Nacional comunicará sus pesquisas a Francia, que ayer no había reclamado la extradición de los arrestados, según fuentes jurídicas. Además, es probable que se informe de esta operación a las autoridades del Reino Unido donde fueron detenidos el pasado 20 de diciembre seis norteafricanos en un piso al norte de Londres, al sospechar que almacenaban o producían ricina, un potente veneno.

Los detenidos están acusados de proporcionar información e infraestructura a otros grupos terroristas islámicos y de tener conexiones con células terroristas establecidas en el Reino Unido y Francia, entre ellos con cuatro argelinos que el pasado mes de diciembre estuvieron en España donde contactaron con algunos de los detenidos el viernes.

DOS GRUPOS

Los presuntos terroristas, quince argelinos y un marroquí, están relacionados con el Grupo Salafista por la Predicación y el Combate, escisión del grupo terrorista argelino GIA. La red desarticulada el viernes estaba dividida en dos grupos, uno en Barcelona y dirigido supuestamente por el argelino Mohamed Tahraqui, y otro en Banyoles (Girona) que tenía como cabecilla al también argelino Bard Eddin Ferdji, detenido en Olot (también en Girona).